Se trata de un tiradero clandestino en donde quedará prohibida el confinamiento de neumáticos usados.
Miles de llantas que han estado dejando abandonadas en un terreno federal sobre la Carretera Federal México-Texcoco el río Chapingo, están siendo removidas para sanear este lugar, evitar incendio en la temporada y combatir la proliferación de fauna nociva, que afecta la zona, informó el Director de Protección Civil y Bomberos Francisco Arenas Herrera.
Rubén Mata Delgado, subdirector de Protección Civil, señaló que se está trabajando en el saneamiento del lugar, que se ha convertido en una zona de riesgo, por los constantes incendios que se registran en el lugar por la gran cantidad de neumáticos usados que llegan a tirar en la zona. Explicó que se platicó con la Presidenta Municipal Sandra Luz Falcón Venegas, quienes autorizó un acuerdo con una empresa del Estado de Higalgo que se llevará las llantas de autos y camiones para ser transformadas en energía, evitando que contaminen y se lancen emisiones al medio ambiente.
Indicó que de inicio se removerán 164 toneladas de llantas, que serán transladadas en trailers hasta el estado vecino para darles otro uso; además la empresa que las maneja, emitirá un certificado al ayuntamiento de Texcoco por su colaboración para mejorar el medio ambiente. Mata Delgado, señaló que hasta el momento se desconoce quien ha almacenado estas llantas en este lugar a un costado de la Universidad Autónoma de Chapingo, por que está en terrenos de derecho de vía federal, “nos comentan que el talachero comenzó a recibir las llantas que se desechaban, porque ahí él escogía las que veía en condiciones de venderlas, pero se fueron acumulando y la gente lo tomó como tiradero, sin control y con las afectaciones que ya se conocen.
Dejó en claro que una vez que se concluya la limpieza del lugar, este tiradero será clausurado y se sancionará a quien se sorprenda tirando llantas de desecho en el lugar. Bomberos y elementos de empleo temporal comisionados en movilidad, están apoyando en el saneamiento de este lugar, así como el río Chapingo en donde dejaron acumuladas miles de llantas usadas, que venían generando fauna nociva, principalmente ratas y moscos, que amenazaban con convertirse en una plaga que comenzara a afectar a los vecinos de la zona.