A los niños no les tienes que enseñar a ahorrar, sino a gastar de forma inteligente, y poniendo el ejemplo es como puedes aprender a controlar el gasto emocional.
La forma de gastar que más problemas causa a las personas en México se llama Gasto Emocional, que es la tendencia a adquirir cosas que no deberíamos comprar y que, al hacerlo, nos genera problemas de dinero.
Antes que nada tenemos que reconocer que nuestros gastos se pueden clasificar en tres partes: en primer lugar, lo indispensable o básico para vivir; en segundo lugar, los gastos que aumentan mi calidad de vida, y en tercer lugar, aquellos que me generan un estilo de vida. Los primeros no son negociables: se trata de los alimentos, vivienda, transporte, ropa, etc. El segundo grupo es muy agradable porque nos brinda comodidad: el teléfono, el coche, el entretenimiento, etc. Y el tercer grupo, conocido como estilo de vida, son todas aquellas cosas que no necesitamos, que no son indispensables para vivir, pero nos dan estatus, nos hacen sentirnos importantes, con una buena imagen, a la moda, con prestigio o con lujos.
Cuando tienes pequeños decides que lo primero que debes hacer es enseñarles a ahorrar. Es algo que quizá tú mismo no has logrado de forma disciplinada en toda tu vida y quieres que ellos lo logren. Luego decides que les vas a enseñar que el dinero se gana con el esfuerzo, con el trabajo, con el sudor de la frente. ¿Te suena familiar? Quizá eso mismo fue lo que tú escuchaste en tu niñez, tal vez eso mismo te dijeron hace mucho tiempo. ¿Es así? ¿Y funcionó? Y si en tu caso no funcionó ¿qué te hace pensar que ahora sí funcionará con tus hijos?
A los niños no les puedes enseñar el concepto del ahorro porque en los niños no existe el concepto de “carencia”. Para ellos, desde que nacen, sólo tienen configurada en su mente la idea de “abundancia”; la carencia no es algo que esté implantado en la mente de un niño, sino que lo va aprendiendo conforme pasa el tiempo, por lo que experimenta, por lo que escucha de sus padres o simplemente cuando se convierte en un adulto. Los adultos somos los únicos que entendemos lo que es la carencia o la escasez, pero los niños pequeños no la entienden; por eso dejan encendida la luz, la llave abierta, desperdician todo.
Entonces, a los niños pequeños no les tienes que enseñar a ahorrar, sino a gastar inteligentemente, y mediante ese concepto y poniendo el ejemplo es como puedes aprender a controlar el gasto emocional.
1. Lo primero que debes enseñarle a un niño pequeño es a resistir sus antojos. Los adultos nos metemos en muchos problemas por dejarnos llevar por los nuestros, no es fácil controlarlos, pero es posible. Como en todo, es cuestión de práctica. Al principio te va a costar muchísimo trabajo y vas a fallar varias veces, pero toma en cuenta que apenas estás practicando.
2. La segunda enseñanza se refiere a posponer la gratificación. Confronta lo que quieres ahora contra lo que realmente quieres para tu vida. La mayoría de ocasiones no coinciden. ¿Quieres realmente estar delgado en tu vida? Tendrás que posponer esa golosina que quieres ahora. ¿Quieres realmente estar sano en tu vida? Tendrás que posponer esa quesadilla de chicharrón. Está comprobado que los niños que aprenden a posponer la gratificación son más exitosos que los que no lo hacen.
3. La tercera y última clave es respetar un presupuesto. Para los niños, evidentemente respetar un presupuesto se refiere a algo muy simple, como: “hoy solamente puedes comprar dos cosas, ¡no más!” o “eso no lo podemos comprar ahora porque no está en nuestro presupuesto”. Aunque todavía no entiende qué es el presupuesto, sabrá que hay un límite, un techo, una regla.
Entonces, enseña a los niños pequeños a resistir sus antojos, a posponer la gratificación y a respetar un presupuesto. Y para ello, lo único que tienes que hacer es poner el ejemplo. Sigue esas mismas reglas en tu vida todos los días, conviértete en un ejemplo. Y el toque final: aplica estas claves a todos los gastos del tipo estilo de vida; ésos son los peores y los que primero tienes que atacar.
Fuente: Forbes.com.mx