El pápalo tiene tanta clorofila que es capaz de regenerar tu intestino con tan sólo comer 12 hojas al día.
Además de tener minerales naturales 100% puros a diferencia de la sal yodatada. No le tengas miedo al olor ya que se le quita agregando limón y aceite de olivo y unas rebanadas de cebolla morada para acompañar unos frijoles de la olla. Consúmelo y verás como se limpia tu hígado y poco a poco hasta el mal aliento desaparece además de la inflamación, ya que elimina y saca todos los gases del estomago.
El pápalo, quirquiña o pápaloquelite, es una planta herbácea originaria de México, Centro y Sudamérica, de nombre científico (Porophyllum ruderale). Sus hojas verdes, aromáticas y de sabor fuerte, asemejan las alas de una mariposa; de ahí recibe su nombre, el cual deriva del náhuatl “Papaloquílitl”, donde “pápalotl” significa mariposa, y “quilitl”, quelite o hierba comestible.
El consumo de este quelite es una práctica muy antigua. En la época prehispánica, los aztecas lo utilizaban como verdura para acompañar los alimentos. Esta hortaliza se consume en la mayor parte del territorio nacional. Su uso más común es para condimentar diversos platillos, como sopas, salsas, frijoles, ensaladas; así como complemento en antojitos mexicanos. Incluso se utiliza en remedios caseros de medicina tradicional.
Se recomienda ingerirlo crudo, en estado fresco, para aprovechar mejor sus nutrientes y su sabor característico. Es rico en antioxidantes y minerales como calcio, potasio y fósforo.
Se produce en tres entidades del país. Sobresale el estado de Guerrero, que contribuye con 63.6% del volumen total; el resto lo aportaron Morelos (20.0%) y Puebla (16.4%). Tres cuartas partes de la producción nacional se obtuvieron en la modalidad de riego, y el 56.2% correspondió al ciclo productivo primavera-verano.
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