Sabías que el pulque es una de las bebidas tradicionales más antiguas de México, pero sabes quién la descubrió y cómo lo hizo. Entérate.
Con una serie de ilustraciones creadas por Jesús Mateos Islas y una adaptación del arqueólogo Luis Manuel Gamboa Cabezas, el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Hidalgo, creó una caricatura donde nos explica el descubrimiento de la “bebida de los dioses”, el pulque.
Se cuenta que un personaje de nombre Papantzin, observó como un ratón de campo estaba royendo un maguey de cuya base escurría un líquido. Papantzin se acercó y notó que el ratón había hecho una perforación en la planta. Después de meditarlo un poco, tomó la decisión de tomar el líquido, cuyo sabor era dulce, se trataba del agua miel.
Papantzin decidió llevar esa agua dulce consigo, pero al llegar a su casa notó que la consistencia del líquido había cambiado. Descubrió que el olor había cambiado, después su color y al final su sabor. “¿Qué había pasado?”, se preguntaba Papantzin. Después de probarlo todo se percibía distinto, ahora se sentía embriagado y un poco alegre. El agua miel se había convertido en pulque.
Papantzin quería compartir su descubrimiento, así que decidió ir a ver al rey Tepalcátzin. Partió acompañado de su esposa y su hija Xóchitl. Ya en presencia del rey, Papantzin le ofreció el líquido fermentado. Tepalcátzin lo probó y sintió agrado. Sin dudarlo, el rey le pidio a Xóchitl que se quedara en el palacio para que viviera y fuera educada como una mujer noble. Xóchitl, no sin pena por dejar a sus padres, accedió a quedarse.
Pero, para sorpresa de todos, el rey se sintió más agradado por la hermosura de la hija de Papantzin. Con el paso del tiempo, Xóchitl se convirtió en concubina del rey. De esa relación nació un bebé llamado Meconetzin. Papantzin, al enterarse del nacimiento de su nieto, marchó al palacio a entrevistarse con el rey, quien le prometió convertir a Xóchitl en reina de Tula y a Meconetzin en su heredero. Desde ese momento el pulque se convirtió en una bebida sagrada, que se pensaba promovía la fertilidad y únicamente podía ser consumida por el rey y los nobles. Estaba prohibido que fuera ingerida por las personas comunes del pueblo.
Gracias al pulque, descubrimiento de su padre, Xóchitl pasó de ser una plebeya a ser una reina y guerrera tolteca. Se dice que su trono estaba en Xochitlán, “el lugar de las flores”.