Algunas vajillas de barro pueden llegar a contener plomo en su esmaltado, el cual es un metal tóxico que puede afectar sistemas, órganos y tejidos.
El plomo es tóxico para todos (sin importar la edad) a cualquier concentración dentro de nuestro organismo. No tiene función alguna en el cuerpo humano y se encuentra en la lista de las 10 sustancias químicas de mayor preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los esmaltes o vidriados elaborados con base de óxido de plomo, conocido también como “greta”, perjudican no solo la salud de los artesanos que los trabajan sino también de quienes consumen estos productos cuando se almacenan, cocinan y sirven líquidos o alimentos en recipientes que lo contengan, ya que genera problemas que afectan la sangre, el desarrollo neurológico, la audición y diversos órganos.
En México el uso de la greta (durante la primera década del siglo XVI) fue visto como una forma eficiente de impermeabilizar las piezas de barro, aunque alteraba las formas tradicionales de la artesanía, sin embargo, los síntomas de intoxicación por plomo no se percibieron inmediatamente.
Fue en 1878 cuando el doctor Gustavo Ruiz Sandoval, en su artículo “Envenenamiento lento por plomo en los habitantes de Oaxaca”, advirtió por primera vez sobre los efectos del plomo como causante de inflamación del abdomen, vómitos y diarreas, rectitis, entre otros padecimientos.
El plomo afecta sistemas, órganos y tejidos, y sus efectos tóxicos varían; los niños generalmente absorben una mayor proporción del plomo y su efecto en ellos es más severo que en los adultos porque están en un proceso activo de desarrollo.
Te mostramos algunos métodos para la detección de plomo en piezas en la alfarería vidriada para preparar, almacenar, cocinar, servir alimentos y líquidos.
1. Con vinagre blanco. Consiste en verter vinagre blanco en un porcentaje (puede ser el 25%) del volumen de la pieza (o sumergir una parte de la misma en dicho líquido) y mantenerlo ahí durante 24 horas. Transcurrido ese tiempo se debe lavar la pieza, secarla y verificar si sufrió un deterioro en la superficie que ocupó el vinagre, lo cual se observará como pérdida del brillo del vidriado y su textura será rasposa. En caso de que exista filtración en la pieza y por ello disminuya el nivel del vinagre, se deberá volver a poner vinagre para mantener el nivel mencionado.
2. Con rodizonato de sodio y vinagre. En 10 ml de vinagre blanco debe agregarse una pequeña cantidad de rodizonato de sodio y mezclar. Se humedece un hisopo con la solución y se frota la superficie de la pieza. Si el hisopo cambia a color rojo quiere decir que hay presencia de plomo.
3. Con vinagre y yoduro de potasio. A 100 ml de agua se agregan 100 ml de vinagre blanco y se mezcla. Se vacía esta mezcla en el jarro o cazuela y se deja hervir 10 minutos. Se deja enfriar, pasa a un vaso y se agrega una pequeña cantidad de yoduro de potasio. Si la mezcla cambia a color amarillo quiere decir que hay presencia de plomo.
Fuente: Profeco.gob.mx