En México es poco usual la educación financiera, en muchas ocasiones no sabemos cómo manejar nuestro dinero ni cómo administrarnos.
Ya se sabe que los padres desean lo mejor para sus hijos, pero a veces este afán en querer dar lo mejor hace que no se percaten de que sus hijos no necesitan tantas cosas materiales, y se olvidan de que deben tener en cuenta objetivos a largo plazo. Aquí te decimos algunos de los errores más comunes que cometemos.
Comprar siempre artículos nuevos.
Los niños crecen muy rápidamente y tendemos a comprar los mejores productos del mercado y casi siempre nuevos cuando es muy posible que los utilicen muy poco tiempo. Por ejemplo, no necesitamos una cuna, un carro para el niño o sillitas para el automóvil nuevos si los de segunda mano nos van a ser igualmente útiles, pero mucho más baratos. Los padres quieren que todo sea lo mejor, pero lo que debe ser lo mejor es su atención y cuidados, y no artículos que van a usar durante poco tiempo.
Olvidarnos de nuestra jubilación.
Es común gastarnos todo el dinero que tengamos en las necesidades de nuestros hijos, olvidándonos de que tenemos que preparar nuestro retiro con muchos años de antelación. Muchos padres quieren que sus hijos tengan todo lo que ellos no pudieron tener y se desviven en satisfacer en todo lo necesario e innecesario, olvidándose de sí mismos. Con esta excusa es fácil dejar la preparación de la jubilación para más adelante, pero entonces puede que sea tarde y no podamos aprovechar la fuerza de la capitalización compuesta para crear un capital lo suficientemente generoso como para afrontar los años en que no podamos trabajar. Recuerda que el tiempo es nuestro mejor aliado y cuanto antes empecemos a planificar nuestro retiro más capital lograremos y con un esfuerzo menor.
Un dormitorio para cada niño.
Los niños no necesitan un dormitorio para cada uno. Esto te permitirá vivir en una casa más pequeña ahorrando mucho dinero en alquiler o hipoteca que podrás destinar a otras cosas como su educación.
Comprar un automóvil más grande del necesario.
Es habitual que una pareja utilice un automóvil pequeño pero cuando llegan los hijos suelen comprar un automóvil grande o incluso una camioneta para llevar a dos niños. En realidad, los niños no necesitan tanto espacio como las cosas que crees que necesitan llevar. Simplifica. Tus hijos no necesitan llevar la casa a cuestas en cada desplazamiento que hagas con ellos. No necesitas un automóvil grande y en caso de que sea imprescindible compra uno de segunda mano más económico.
Competir con otros padres.
Si los padres de los amigos de tus hijos son de los que compran excesivos regalos y siempre ropa cara para aparentar una posición social mayor, corres el riesgo de entrar en una absurda competición. Lo que hace feliz a un niño no son las cosas que le compras sino el tiempo que le dedicas y el amor que le das. Evita satisfacer todos los caprichos de tus hijos ya que de mayores necesitarán un nivel alto de vida para ser felices. Procura no derrochar el dinero y ser un modelo de conducta. Lo mejor que puedes hacer por ellos es prepararlos a manejar el dinero para que cuando lleguen a la edad adulta sean responsables.
No preparar los gastos universitarios de tus hijos.
Invierte una cantidad de dinero todos los meses desde que son pequeños. Puedes comenzar con 200 pesos por ejemplo y destinarlo a fondos de inversión. Cuando tus hijos estén en la edad de ir a la Universidad podrás utilizar ese dinero en su formación o donárselos para lo que consideres conveniente.
Fuente: Aprendeainvertir.com