«Creo que la música en sí misma es la curación. Es una expresión explosiva de la humanidad. Es algo que todos estamos tocados por ella. No importa de que cultura venimos, todo el mundo ama la música «. — Billy Joel
La música puede tener un efecto dramático en la mente humana y el espíritu, sin importar su condición, desde la reducción de los niveles de estrés, a la elevación de su estado actual de conciencia, o entrar en un estado de trance que abre puertas a nuevas dimensiones, dimensiones que sólo se puede acceder en un cierto estado de ánimo.
La música parece ser parte de nuestra herencia biológica, porque los bebés tienen excelentes habilidades musicales, es por eso que muchas de las futuras madres cantan a sus hijos que están por nacer. Ninguna cultura humana ha vivido sin ella, la música ha sido utilizada en diferentes culturas para la curación. En la antigua Grecia, se utilizó para aliviar el estrés, promover el sueño y para calmar el dolor. Nativos americanos y africanos utilizan el canto como parte de sus rituales de curación, como los chamanes. Incluso la cultura china medicinal incluye la música, música y curación van de la mano.
Mejora tus habilidades visuales y verbales.
La educación musical temprana estimula el cerebro, así a los niños los conduce a un mejor desempeño en la inteligencia verbal. Esto dice un estudio realizado a niños entre los 4 y 6 años que recibieron sólo un mes de entrenamiento musical, se incluyó la capacitación en el ritmo, el tono, la melodía, la voz y los conceptos musicales básicos, y esto demostró tener un «efecto de transferencia» donde se mejoró su capacidad para entender palabras y explicar su significado.
Influye a los latidos del corazón, la frecuencia del pulso y la presión arterial.
Nietzsche dijo: «Escuchamos música con nuestros músculos», estudios han demostrado que la música no sólo puede fortalecer el corazón, sino también mejorar la recuperación de pacientes que sufren de enfermedades del corazón. No importa el género de la música, sólo que sea nuestra preferida, el cerebro suelta endorfinas que mejoran la salud vascular. La ópera, clásica y otros géneros de música ‘alegre’ tienen más probabilidades de estimular las endorfinas en lugar de un metal pesado.
En el Hospital General de Massachusetts, un equipo dirigido por enfermeras encontró que los pacientes cardíacos confinados a la cama que escuchaban música durante 30 minutos tenían menor presión arterial, ritmo cardiaco lento y menos angustia que los que no escuchan música. El ritmo, la melodía y la armonía, todos juegan un papel en la respuesta emocional y cardiovascular.
Mejora la calidad del sueño en los estudiantes.
Joven o viejo, todos se enfrentan a problemas de sueño, en algunos casos con regularidad, en otros cuando hemos tenido un día hiperactivo. Escuchar música suave es relajante, por lo tanto mejora la calidad del sueño. Las investigaciones demuestran que la música puede ayudar a reducir varios factores que interfieren con el sueño, como el estrés y la ansiedad, y promueve cambios físicos para un sueño más reparador, así como un tratamiento para combatir el insomnio.
Nos hace más feliz.
La música afecta a nuestro estado emocional, nos hace sentir feliz, extasiado o incluso triste. Según un estudio, el cerebro libera dopamina, una sustancia química para sentirse bien.
A veces también se experimenta la sensación de temblores o escalofríos mientras se escucha una canción en particular, esto demuestra que el cerebro libera grandes cantidades de la misma sustancia, que nos da la felicidad y el placer. Otro estudio demuestra que la música con un tempo rápido en tono mayor trae sobre todo felicidad en los oyentes, en contraste, una clave de tempo y menor lenta llevó a la tristeza.
Refuerza el sistema inmunológico y reduce el dolor.
Se ha encontrado que la música puede reducir los niveles de la hormona del estrés. Si te gusta bailar, entonces estás en el camino hacia una mejor salud. Los científicos encontraron que después de escuchar sólo 50 minutos de música de baile, ésta eleva los niveles de anticuerpos en los participantes.
Los diferentes tipos de música pueden tener diferentes efectos, pero también depende de tus preferencias personales y qué canciones resuenan con tu alma. Lo que resuena con el espíritu, sí tiene un efecto curativo.
Reduce la depresión y la ansiedad.
Escuchar música tiene mucho más efecto sobre la mente humana y la psique. Los investigadores dicen que puede ayudar a combatir la ansiedad entre los pacientes de cáncer, además tienen efectos positivos en su estado de ánimo, el dolor y mejorar la calidad de vida.
Investigadores de la Universidad de Drexel encontraron que los pacientes con cáncer que escucharon música o trabajado con un músico terapeuta experimentaron una reducción de la ansiedad, tenían mejores niveles de presión arterial y mejoraron los estados de ánimo.
Mantiene un envejecimiento cerebral saludable.
Tener entrenamiento musical podría ayudar a mantener el cerebro sano al avanzar la edad. Cualquier tipo de actividad musical en la vida sirve como un ejercicio cognitivo desafiante, haciendo que el cerebro sea más agudo y capaz de hacer frente a los retos del envejecimiento.
Incluso alguien con daño cerebral o demencia puede recuperar recuerdos a través de escuchar música. Está arraigado en nuestra esencia más profunda del ser, no importa el idioma, el sonido y el ritmo.