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¿EL CÁNCER ES UNA ENFERMEDAD EMOCIONAL?

Esto es algo difícil de decir, especialmente a los pacientes que han padecido esta enfermedad y cuyo sufrimiento difícilmente podemos concebir.

La medicina moderna cada vez más se da cuenta de que la mayoría de las enfermedades no tienen una causa genética, son sobre todo resultados de la interacción entre el individuo y el medio ambiente (causa epigenética), esto es, sus hábitos, dieta, estrés, interacción con toxinas y contaminantes y otros factores.

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En otras tradiciones donde se cree en el karma, la reencarnación o en sus equivalentes y se considera que el universo no es una máquina ciega y azarosa, sino un organismo que está interconectado en todas sus partes y opera bajo leyes causales, el paciente necesariamente asume una responsabilidad de su salud.

Esta es la visión de la medicina tradicional en la que la enfermedad no llega como un fenómeno aleatorio, cruelmente injusto, sino como una consecuencia de una serie de actos previos que deben ser entendidos por el individuo si busca sanar, así el paciente debe buscar la causa interna y participar de manera activa en su tratamiento.

De hecho la enfermedad a veces es vista como un proceso de crecimiento y comprensión de la naturaleza más profunda del individuo: una forma en la que el universo, su alma, dios, según la visión que se tenga, se comunica para manifestar una irreversible voluntad, un camino que lo obliga a cierta “rectitud”.

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EL CÁNCER. 

La medicina china hace especial énfasis en el origen emocional de esta enfermedad. Antes de revisar de manera particular cómo las emociones contribuyen según la medicina china a generar el cáncer, contemplemos cómo son concebidas las emociones:

Las emociones son las respuestas mentales a factores externos que detonan un movimiento energético ligado a una estructura anatómica. La medicina china clasifica las emociones en cinco principales y dos más que se propician por grandes excesos:

  • Ira (hígado).
  • Alegría (corazón).
  • Tristeza (pulmón).
  • Miedo (riñón)
  • Pensamiento alterado (bazo)

Las dos restantes:

  • Terror (que afecta al corazón).
  • Ansiedad (que afecta el pulmón).

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Cada una de estas emociones está ligada a su vez con otro órgano asociado o víscera, a un elemento, a un planeta, y a numerosas otras correspondencias. Se dice que las emociones son una especie de vientos internos.

El médico Sun Binyan, en su libro Cancer Treatment and Prevention, escribe que la mayoría de los pacientes con cáncer padecen de una “supresión de las emociones, tienden a retener su enojo. Pese a que algunos pacientes responden bien al tratamiento, suelen recaer cuando ocurre nueva estimulación emocional”.

Atribuye el cáncer a la perturbación de una o varias de las siete emociones, “especialmente la ansiedad, los pensamientos alterados y la ira, las cuales afectan el bazo y el hígado, esto genera que el qi (la energía) se estanque y el bazo pierda su función de transformación y transportación provocando una perturbación en el metabolismo del elemento agua y una subsecuente acumulación de humedad-flema, que, obstruida, por la ira, estancará también el qi del hígado”.

En la medicina occidental moderna encontramos algunos casos de médicos que han empezado a vincular el cáncer con las emociones. El doctor Ryke Geerd Hamer, quien tiene ideas muy interesantes sobre la etiología del cáncer, sin embargo, este doctor ha sido acusado por mala práctica y de hecho ha perdido su licencia médica. Esto, sin embargo, podría explicar también su radical visión del cáncer que se opone a la visión actual de la medicina.

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Hamer considera que muchos de los casos de cáncer se originan en un conflicto base. Esto basado en su experiencia con la muerte de su hijo, asesinado en 1978; meses después Hamer sostiene que desarrolló cáncer en los testículos, pese a no haber sufrido ninguna enfermedad previa que podría vincularse con este suceso. A esto Hamer le llama “un conflicto de pérdida”; conflictos como este, en los que el individuo no tiene elementos para lidiar con lo sucedido y está básicamente indefenso, pueden producir luego también “conflictos biológicos”, una manifestación psicosomática.

Su teoría indica que un conflicto primero se manifiesta en la psique (a nivel emocional) y luego en el cerebro y al final en un órgano. La enfermedad es mediada y coordinada en todos sus aspectos por el cerebro, incluyendo la distribución de microorganismos (como virus o bacterias) que suelen realizar labores importantes para la sanación y la medicina moderna suele tomar una postura de simple exterminación.

De cualquiera manera, para el cáncer o cualquier otra enfermedad, debemos aceptar que nuestra actitud y nuestro contenido psíquico y emocional tienen importantes consecuencias, ya sea directamente generando o intensificado una enfermedad o al menos indirectamente impidiéndonos tomar las decisiones adecuadas para encontrar un procedimiento eficaz de tratamiento.