El dueño de un restaurante en Chicago no ha vaciado su basurero en casi dos años, esto tiene una explicación muy simple: no hay nada que sacar.
Justin Vraney de 36 años, tiene la meta de tener un restaurante “cero desechos” desde el primer día que abrió su mesón de comida rápida Sandwich Me In. Estos dos años de esfuerzo de Vraney, han sido la inspiración de un cortometraje que está siendo producido por NationSwell.
Desde que Sandwich Me In abrió sus puertas, el total de sus desechos es el equivalente a lo que un restaurante del mismo tamaño produce solo en una hora, contó Vraney al Huffington Post. La mayoría de la basura que ha recolectado ni siquiera proviene del restaurante, si no que en gran parte de los clientes que traen vasos con recubrimiento plástico como los del Starbucks.
“Si yo puedo hacer esto con un servicio de comida rápida, espero que pueda ayudar a otros restaurantes a hacerlo también”, señaló Vraney. Para llegar a la meta de “cero desechos” el restaurante funciona a partir de energía sustentable y con comida que proviene de los campos locales, por lo tanto no tienen mucho envoltorio. Virtualmente todo, desde los retos de comida hasta el aceite utilizado para freír, es reutilizado.
“Yo tengo hijos que en su futuro no van a tener la posibilidad de vivir como viví yo”, dice Vraney refiriéndose al panorama cada vez más sombrío respecto al cambio climático. Admite que lograr la meta de cero desechos no ha sido fácil: pasó los primeros seis meses desesperado trabajando en toda la operación él mismo, para así mantener los costos laborales y evitar las comodidades de ahorro del tiempo como usar un caldo pre-envasado, él en cambio, hace su propio caldo a partir de los huesos de los pollos que usa.
“El cuero del pollo crispi ahumado va en la ensalada Cobb y los huesos sirven para hacer el caldo para la sopa de pollo”, señaló. Las sobras de vegetales de un día para otro van en la hamburguesa al día siguiente e incluso los restos de comida se les entregan a los agricultores para alimentar a las gallinas que producen los huevos para el negocio. Vraney estaba orgulloso de utilizar los productos frescos y locales sin procesar.
En cuanto a los ocho basureros llenos de desechos, Vraney ya está listo para dejarlos ir. Un artista que hace esculturas a partir de desechos se llevó su basura, la cual prontamente será una obra de arte.