La onda de calor que afecta la mayor parte del país ocasionará temperaturas de 45 a 50 grados, toma precauciones.
Estas temperaturas pueden afectar particularmente a los grupos de riesgo, como son los niños y adultos mayores. Uno de los riesgos es sufrir deshidratación, daño en la piel o problemas más graves como hipertermia, la cual conlleva un aumento de temperatura corporal por sobre los 40 grados, provocando que el cuerpo no pueda responder adecuadamente, lo que puede generar daños muy graves.
Por lo mismo, una buena hidratación es clave. En el caso de los niños pequeños, requieren proporcionalmente 2 a 3 veces más agua que un adulto, es decir, del 10 al 15% de su peso corporal, frente al adulto que solo necesitaría del 2 al 4% de su propio peso. Los niños, y en especial los que empiezan a caminar, tienen un mayor riesgo de deshidratación que los adultos, incluso mortal, por lo tanto es clave evitar una posible deshidratación. Y como ellos no pueden hablar, se sugiere aumentar sí o sí la ingesta de líquido.
Algunos de los efectos que produce el exceso de calor son: calambres, por pérdida de sales; agotamiento: malestar, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, sed intensa; deshidratación: decaimiento y sensación de debilidad; golpe de calor: nauseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40º, inestabilidad al andar, mareos, pudiendo llegar a tener convulsiones y coma.
¿Cómo protegerse del calor?
- Evita salir de casa durante las horas centrales del día (entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde).
- Bebe más líquidos, sin esperar a tener sed. Sobre todo agua y jugos de fruta ligeramente fríos.
- Evita comidas copiosas, tome verduras y frutas. Come menos cantidad y más veces al día. No tomes comidas calientes ni abuses de las bebidas alcohólicas.
- Reduce la actividad física.
- Descansa con frecuencia a la sombra.
- Usa ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares.
- Permanece en espacios ventilados o acondicionados.
- Cuando estés en casa, utiliza las habitaciones más frescas.
- Durante el día baja las persianas y cierra las ventanas; ábrelas por la noche para ventilar.
- Mantén los alimentos en el refrigerador y vigila siempre las medidas higiénicas de conservación.
- Cuando estaciones el coche no dejes en el interior a niños, ancianos ni mascotas con las ventanillas cerradas.
- Ayuda a las personas que puedan estar en mayor riesgo de sufrir los efectos del calor.