Lleva más de 25 años de compartir conocimientos acerca del telar de cintura, cocina tradicional, lengua materna y pigmentación natural.
Reyna Rayón Salinas, originaria del municipio de Xonacatlán, quien con respeto y amor ha aprendido las costumbres y tradiciones otomíes, ya que ha nacido en esta etnia y, con el paso del tiempo, se ha convertido en su principal vocera, orgullosa de sus raíces.
Su trabajo la ha hecho merecedora de diversos galardones nacionales de artesanía textil, incluso ha asistido al Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana, realizado en Estados Unidos, donde ha presumido platillos tradicionales como el mole blanco.
“No pude preparar tantos como hubiera querido porque no se consigue todo lo que hay acá en México, y si se consigue, se consigue en dólares”, comentó en entrevista acerca de dicha experiencia.
También contó que hace algunos años viajó al Vaticano para presentar las artesanías mexiquenses en los Museos vaticanos y ha participado en diversos encuentros interculturales en distintas partes de México.
“Cuando me entero de que salen convocatorias para concursos, pues yo me dedico a trabajar, me desvelo, me levanto temprano para poder trabajar y tiene que ser un trabajo de calidad, porque yo creo que de eso se trata”, agregó.
Rayón Salinas ha dedicado su vida a enseñar su lengua materna, compartir conocimientos sobre la comida tradicional otomí, así como a dar clases sobre el tejido en telar de cintura, herencia cultural que aprendió de su madre, quien a su vez aprendió de su madre y sus abuelas.
“Mi punto de vista es que esto es una herencia que se tiene que transmitir de generación en generación, porque es parte de nuestra tradición y cultura”, compartió la artesana otomí.
En estos talleres de telar, con más de 26 años de tradición, han aprendido y conectado con las raíces mexiquenses más de mil personas, además, Reyna es pionera en la enseñanza de la lengua otomí para niñas y niños mediante un sistema de enseñanza lúdico, a partir de la curiosidad mientras realizan un textil o guisan algún platillo básico.
La trascendencia del trabajo realizado por Reyna Rayón abarca a otras etnias distintas a la otomí, ya que gracias a programas realizados bajo el auspicio de instituciones como el Colegio de Lenguas, de la Secretaría de Cultura mexiquense, ha impartido talleres a matlazincas, tlahuicas y mazahuas para que aprendan el manejo de la trama y el urdimbre, para que así ellos puedan rescatar su indumentaria, incluyendo el uso de pigmentos naturales.