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PUENTE DE LOS BERGANTINES EN TEXCOCO

El pilar conocido como Puente de los Bergantines, en Texcoco, es una estructura que conmemora el lugar donde se cree que Hernán Cortés botó sus bergantines para conquistar Tenochtitlán.

A inicios del siglo XIX el sitio era llamado “Puente de los Bergantines”, ya que los vestigios anteriores al pilar semejaban un puente. Sin embargo, este sitio no sería la orilla del lago de Texcoco en 1521, sino uno de los muchos canales desde los cuales los indígenas salían al lago.

Foto: Colors Remain©

Para Cortés, la ciudad de Tezcoco fue de gran importancia por su situación estratégica dentro del conjunto lacustre del valle y por lo tanto supo aprovechar tal situación para iniciar desde este lugar la conquista de la Ciudad de México – Tenochtitlan. Las crónicas del siglo XVI nos dan testimonio de las diferentes maniobras que realizo Cortés para organizar y llevar a cabo el ataque a México Tenochtitlan desde esta ciudad de Tezcoco, y bien sabido esto, que en este lugar se botaron los bergantines que serían el factor principal en la batalla contra los Mexicas.

Aún se puede leer el siguiente texto:

«Puente de los Bergantines, donde Cortés botó las naves para la toma de la capital Azteca. En un atardecer texcocano… se hundió para siempre detrás de las montañas el Quinto Sol de los mexicas”
Partiendo de los diferentes relatos de los cronistas del siglo XVI, encontramos una información muy elemental, demasiado superficial, sin ningún punto de referencia concreto o algún otro elemento natural, alguna construcción o algo que nos acercara a la ubicación de dicho canal dentro de la Ciudad de Texcoco, la cual se supone era una gran Ciudad, con un centro ceremonial impresionante.
En una edición de las Carta de Relación realizada por el Obispo Lorenzana en el siglo XVII, en una nota menciona “está junto a Tezcuco y se ve hoy como un puente”, por lo que desde hace mucho tiempo dicha acequia desapareció y únicamente quedo la referencia de un puente, que también desapareció con el crecimiento de la ciudad en forma desordenada.
Como único o testimonio material, más cercano en el tiempo, existe en la calle principal de la actual ciudad, un pequeño monumento conocido popularmente como “Puente de los Bergantines”, tallado en piedra de la región, es una columna octagonal sobre una base cuadrada y en la parte superior luce motivos decorativos de origen prehispánico, con una especie de placa rectangular, que ostenta una leyenda que dice: “Puente de los Bergantines, donde Cortés botó las naves para la toma de la capital azteca, 28 de abril de 1521”. 
El Monumento fue construido en año de 1875, en el inicio del último cuarto del siglo XIX, cuando esa calle se conocía como la “Calle Real”, y tal vez, su ubicación en ese lugar se debe a que fue rescatado el monumento por el H. Ayuntamiento de Texcoco en el año de 1938, tal como aparece grabada esta fecha en la base del monumento. Es difícil saber el sitio es el original o fue movido, por alguna razón, de su ubicación inicial.
Foto: Colors Remain©
Algunas personas creen que este pilar es una afrenta a la dignidad nacional porque celebra la Conquista española, y en realidad obedece a una lógica muy distinta. El Texcoco que Cortés conoció era gobernado por Cacamatzin, quien fue impuesto por Moctezuma Xocoyotzin a la muerte de Nezahualpilli, rey de Texcoco. La complejidad en la sucesión de los señores de Texcoco hizo que algunos habitantes apoyaran al español, deponiendo a Cacamatzin y sustituyéndolo por Coanacochtzin, quien gobernó Texcoco de 1520 a 1521.
Foto: Colors Remain©