Formaciones rocosas para escalar, cenote de aguas cristalinas, cascadas y recorridos selváticos sorprendentes, es lo que encontrarás en esta playa.
La Playa Ermita, un rinconcito que hoy en día es considerado como un lugar virgen, una de sus principales características y que a muchos encanta, es la combinación exquisita que existe entre arena, mar y colosales rocas volcánicas, que están permitidas escalar por aquellos que son muy osados en la práctica de deportes extremos.
Para descubrir este paradisíaco escenario, primero hay que viajar a San Andrés Tuxtla, desde donde se hace una hora de camino, hasta encontrarse de frente con este destino, que se dice es una de las playas más bonitas y encantadoras de Los Tuxtlas.
Esa lava volcánica petrificada que a todos llama la atención, tiene un punto en particular que es del gusto de sus visitantes, pues a través del tiempo y con ayuda de la madre naturaleza formó un cenote de aguas cristalinas de color turquesa.
El sitio es ideal para nadar o tomarse la selfie, además si la marea lo permite, la práctica de buceo es otra de las grandes alternativas a disfrutar, pero la inmersión requiere de supervisión y guía de profesionales certificados, para evitar algún peligro y accidente.
Si quieres más emociones para deleitar todos los sentidos, entonces dirige tu andar hacia la cascada El Tucán, a solo 5 minutos de Playa Ermita. Deja que tus ojos se asombren con su impresionante caída de 42 metros de altura, rodeada de exquisita vegetación tropical.
Para complementar la experiencia, no te pierdas de las expediciones selváticas a través de Los Tuxtlas, sus caminos llenos de paisajes verdes, te llevan hacia otras playas, como La Escondida, famosa por su Roca Partida.