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No es lo mismo “dulce o truco” que “pedir calaverita” esta tradición tiene su origen en México

En estos días los niños salen a “pedir calaverita”, tradición que se ha confundido con el famoso “truco o trato” del Halloween.

Esta tradición tiene diferentes leyendas, pues se cuenta que se originó cuando un niño huérfano macehual salía a la calle a pedir de casa a casa dinero o comida para poder poner la ofrenda a sus padres. Durante la Colonia esta práctica se hizo popular.

Otra historia cuenta que un niño, huérfano de madre, quería ponerle una ofrenda a su papá, pero él no creía que los muertos regresaban el 2 de noviembre, por lo que el niño, a escondidas, salió a pedir ayuda para ponerle un pequeño altar a su mamá, como vivía en un pueblo muy pobre, lo único que logró es que una anciana le regalara un poco de ceniza, la cual el niño colocó frente al retrato de su madre.

Cuando su papá salió muy temprano la madrugada del 2 de noviembre a trabajar en la milpa y todavía estaba muy oscuro, iba caminando y, a los pocos pasos, vio a una multitud de personas caminando por la calzada, que parecían ir en dirección hacia el cementerio. Aquella gente llevaba en sus manos flores, fruta e incienso aromático.

El hombre casi muere de espanto cuando entre aquella multitud identificó a su mujer, la cual llevaba en la mano únicamente un poco de ceniza. ¡Aquella que el niño había puesto en su retrato!, desde entonces, papá e hijo se dedicaron cada año a dejar una humilde pero amorosa ofrenda a su madre.

Sin embargo está tradición se originó en el siglo XVIII cuando las familias adineradas montaban los altares tradicionales a sus seres queridos. Por lo que los niños que no contaban con los recursos suficientes para poner una ofrenda pedían a los ricos lo que sobraba de sus altares para sus “calaveritas”, de esa manera podían armarlas.

Desde entonces está costumbre se fue quedando y cada región tenía diferentes tradiciones para pedir la calaverita, pues antes se daba fruta o dinero, los niños durante la época colonial utilizaban una calavera hecha de chilacayote o calabaza, en el interior se le ponía una vela y tenían que cantar o orar frente a la ofrenda.

Tras pasar los años se quedó la tradición de orar y cantar, pero ya se utilizaba una caja de cartón. Actualmente se regalan dulces, salen con calaveras de plástico y es necesario ir con un gran disfraz.

Fuente: Cocinafacil.com