Tres funcionarios de inteligencia de Estados Unidos hablaron sobre naves extraterrestres, cuerpos biológicos no humanos y un programa secreto de recuperación de incidentes.
Naves extraterrestres y cuerpos no humanos en posesión del gobierno de Estados Unidos, esto fue parte de lo que se escuchó en la audiencia OVNI que se llevó a cabo en el Congreso norteamericano.
Este 26 de julio comparecieron Ryan Graves (un expiloto de la Marina), David Fravor (expiloto de combate) y David Grusch (oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y exoficial de inteligencia) ante un subcomité de Supervisión de la Cámara de Representantes para hablar de este tema, bajo juramento.
Afirmaron que todavía existe un estigma para los pilotos de las Fuerzas Aéreas o funcionarios, por lo que hay muchas experiencias de encuentros que se quedan en la oscuridad. A principios de junio David Grusch, veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y exmiembro de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial del Pentágono, habló sobre que el Pentágono tiene un grupo de “recuperación de accidentes”, que ni siquiera el grupo de trabajo UAP (Unidentified Aerial Phenomena) conoce.
Afirmó que con el paso de los años habían estado recuperando vehículos de origen no humano que aterrizaron en nuestro planeta o que se estrellaron. La cosa es que ahora lo volvió a decir ante el Congreso, bajo juramento. Y no solo eso, también puso sobre la mesa la posibilidad de que, además de naves extraterrestres, haya cuerpos biológicos no humanos.
El oficial de inteligencia habló de un “programa de ingeniería inversa y recuperación de fallas UAP” que ha estado funcionando desde hace varias décadas. Dijo que cuando solicitó acceso a los programas se lo negaron y que los militares se están apropiando indebidamente de fondos para ocultar estas operaciones ante el Congreso. El expiloto Ryan Graves contó que en 2014 su escuadrón empezó a detectar objetos desconocidos que se veían como cubos de color gris oscuro o negro dentro de una esfera transparente.
Un piloto narró uno de estos encuentros a unos 16 kilómetros de la costa, con un objeto de entre 1 y 5 metros de diámetro que voló entre dos aviones F-18. La cosa es que no hubo reconocimiento del incidente ni tampoco forma de informar lo que pasó. “Los encuentros UAP no fueron raros ni aislados”, dijo. Pidió dejar de lado el estigma de los extraterrestres y que se aborde este asunto como un problema de seguridad.
En el caso que los objetos sean drones extranjeros, se trata de un problema urgente de seguridad nacional, pero si es “cualquier otra cosa”, es un problema que tendrá que abordar la ciencia. “El pueblo estadounidense merece saber lo que está sucediendo en nuestros cielos. Hace mucho tiempo que debería“, dijo. Y la declaración del expiloto David Fravor no se quedó atrás. Afirmó que por allá de 2004 tuvo un encuentro con un objeto frente a la costa de California.
Lo describe como un objeto liso y sin uniones aparentes, de forma ovalada, que flotó sobre el agua antes de ascender rápidamente hasta unos 3 mil 600 metros en el aire. Luego aceleró y desapareció, todo en menos de un minuto. “Creo que lo que vimos fue mucho más allá de la ciencia de los materiales y las capacidades que teníamos en ese momento, que tenemos actualmente o que tendremos en los próximos 10 o 20 años“.
Ante toda esta información, los legisladores de ambos partidos mostraron frustración por no poder obtener información o análisis de las agencias y dependencias de inteligencia. Digamos que la mayoría de los informes están clasificados. Algunos pusieron en la mesa la necesidad de crear leyes o modificar las que ya existen para que este tipo de información se divulgue al público y pueda ser analizado adecuadamente, con un método científico, para poder obtener más respuestas que preguntas.