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Las teorías conspirativas sobre Bermeja, la isla “desaparecida” de México

El supuesto hundimiento de este peñasco que aparece en mapas históricos le habría hecho perder al país azteca más de 22.000 millones de barriles de petróleo.

Los mapas de Google dicen que ahí está, desde el siglo XVI aparece en cartografías antiguas, pero las expediciones que han ido en su búsqueda, simplemente no han encontrado a la Isla Bermeja, un peñasco situado a unas 100 millas al norte de la Península de Yucatán, en el Golfo de México.

En 2008, un ex funcionario de la Cancillería aseguró ante senadores que la habían encontrado hundida, pero nunca se presentaron más detalles. Para algunos la isla nunca ha existido y es sólo un mito, pero lo cierto es que de haberse encontrado, hubiera permitido a México desplazar hacia el norte el límite de sus aguas territoriales y reclamar la soberanía de cuatro de las cinco partes de una zona conocida como «Hoyo de Dona», en la que presuntamente existen grandes reservas hidrocarburos y minerales.

De acuerdo con un punto del 21 de Octubre de 2008, firmado por el Senado de México para exigir al Ejecutivo que informara sobre el tema, la isla habría estado localizada en el Golfo de México, latitud 22° 33′ Norte y longitud 91° 22′ Oeste, y a sus alrededores se habrían localizado más de 22. 500 millones de barriles de petróleo. Pero la administración del entonces presidente, Felipe Calderón Hinojosa, nunca respondió.

Años antes, a finales del siglo pasado, México trató de encontrar desesperadamente su isla perdida a la luz de las negociaciones entre el presidente mexicano Ernesto Zedillo y el estadounidense Bill Clinton, para el Tratado sobre la Delimitación de la plataforma Continental. México tenía todo listo para reclamar el islote, el problema fue que cuando empezaron las negociaciones, en 1997, la Bermeja ya no estaba donde la habían situado los mapas desde hacia siglos. El Gobierno de México ordenó una misión de la Armada encabezada por el buque «Onjuku» que viajó hasta la latitud en la que los mapas ubicaban la isla, pero no estaba y los radares no la detectaron.

A la administración de Zedillo sólo le quedó firmar el acuerdo el 28 de noviembre de 2000 cediendo el área a Estados Unidos. «Es una isla fantasma y el ‘Hoyo de Dona’ ya no esta áreas jurisdiccionales internacionales, ya no hay petróleo en esa zona, no hay potencial. Todo mundo empezó a hacer una alaraca (escándalo) porque es una isla que se perdió, lo que me parece es que es nada más un mito encaminado a hacer presión geopolítica para trazar los límites territoriales», dijo Miriam Grunstein Dickter, una de las consultoras en temas de energía más prestigiadas del país.

La primera referencia que se tiene de la isla es un documento llamado «Espejo de Navegantes», de Alonso de Chaves, donde señala: «Desde punta Estéril hasta cabo Redondo o la Desconocida va la costa casi toda al oeste, hay de camino 70 leguas; hace la costa un poco de arco hacia el norte. En este paraje son los Alacranes, e islas de Arenas y Bermeja. Corren las aguas en toda esta costa al oeste».

La isla se menciona también en el documento «Yucatán e Islas Adyacentes, Islario general de todas las islas del mundo», de Alonso de Santa Cruz, impreso en Madrid, España, en 1539. En un foro relacionado con la reforma petrolera en México, el 5 de junio de 2008, Miguel Ángel González Félix, ex consultor jurídico de la Cancillería, aseguró que había encontrado la isla hundida a 40 metros debajo del mar, pero no fue cuestionado sobre el respaldo científico para su afirmación ni tampoco se le solicitaron las pruebas.

Sin embargo, un año después, una nueva expedición encabezada por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emprendió la búsqueda de la isla, pero tampoco la encontró ni sobre ni debajo del mar. «La Isla Bermeja, el punto de referencia para establecer el límite en que México y Estados Unidos comparten yacimientos de petróleo en aguas profundas, no existe en las coordenadas establecidas en cartas oceanográficas de los siglos XVI y XVIII, ni tampoco se encontraron vestigios de ella», anunciaron los integrantes de la misión en una conferencia de prensa el 23 de junio de 2009.

En 2010 se publicó un libro llamado ¿Dónde está la Isla Bermeja?, en la que se publican los mapas y las cartas náuticas en las que se ubica a la isla. «Las causas de su desaparición se mueven entre los extremos de cambio climático de la zona, hasta hipótesis complotistas que señalan que fue desaparecida por la CIA del gobierno de Estado Unidos», señala una breve explicación del texto. «Existen sospechas sobradas que su inmersión fue provocada por la influencia del hombre», se lee en el punto de acuerdo de 2008, aparece en la versión electrónica del «Diario de los Debates del Senado de México».

«Que haya habido expediciones de la Marina, de científicos y que no hayan encontrado nada, me parece muy cuestionable. Hace unos años pasó con unos pescadores que no me acuerdo cuánto tiempo había durado perdidos en el mar y de repente aparecieron en buen estado de salud, sin quemaduras de sol, que todo mundo empezó a preguntarse si de verdad se habían perdido. Así me parece que fue la desaparición de la isla, fue un tema para distraer de los problemas energéticos del país y para reivindicar esa de que había que sacar los energéticos de donde fuera idea. Fue totalmente un distractor», concluye Grunstein Dickter. Quienes están seguros que nunca existió, apuntan a que más allá de las teorías de la conspiración, todo se debió a un error cartográfico.

Fuente: Infobae.com