La marihuana puede resolver un problema tecnológico clave de la actualidad, según sostiene un grupo de investigadores canadienses.
Durante una reunión de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS, por sus siglas en inglés) en San Francisco, investigadores de la Universidad de Alberta revelaron un método para crear baterías altamente eficaces utilizando una variante no psicoactiva del cáñamo.
Para producir los llamados supercondensadores, hay que tratar con calor intenso las fibras del cáñamo 24 horas para que los átomos de carbono del material se alineen y formen nanoláminas de un átomo de ancho.
Una de las propiedades impresionantes de estas baterías es su capacidad de descargar energía muy rápido, algo que permite reducir drásticamente el plazo de recarga. Actualmente los supercondensadores utilizan nanoláminas de carbono producidas en laboratorios, que es un material conocido como grafeno. Pero el cáñamo se muestra más eficaz.
Según el comunicado de ACS: «Los dispositivos basados en cáñamo obtienen una densidad de energía tan alta como 12 vatios por kilogramo, que es entre dos y tres veces mayor que la de los supercondensadores comerciales».
La síntesis de grafeno es más costosa que la producción de electrodos de cáñamo, que es una planta robusta capaz de cultivarse en una amplia gama de climas y es un recurso renovable.