Un rastrillo para hombres cuesta 40.24 pesos; para mujer, en 47.17 pesos.
En el mercado mexicano, los productos de color rosa dirigido a mujeres son hasta 17 por ciento más caros en comparación con el de los hombres, en artículos de igual función, debido al denominado impuesto rosa, señala la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
El organismo defensor de los intereses de los consumidores expuso que si bien hay productos con características específicas para cada sexo, algunos solo difieren en el color de la etiqueta o el personaje que puede acompañar la marca.
Por ello, con el fin de no afectar la economía familiar, recomendó que ante las prácticas de sobreprecio por cuestión de sexo se debe ejercer el consumo inteligente a través de decisiones conscientes. En ese sentido, sugirió que antes de adquirir un artículo se compare el precio; se identifiquen los dirigidos a la mujer; comprar en oferta o al mayoreo; en el caso de productos para bebés o niños, considerar la adquisición de artículos neutros.
Y si los productos son iguales, pero solo cambia el precio por el color rosa, considerar la posibilidad de comprar la versión neutra.
La Profeco indicó que de acuerdo con precios recabados de algunos productos similares para mujeres y hombres, en diferentes establecimientos, incluidos en el Programa Quién es Quién en los Precios (QQP), del 29 de abril al 14 de mayo de este año, se encontraron diferencias.
Según el estudio, un rastrillo desechable para hombre: Gillette Presto Barba, paquete con dos se ofertó en 40.24 pesos; en tanto, el mismo producto, pero para mujer se vendió en 47.17 pesos, es decir 17.2% más.
En un artículo publicado en su blog, destacó que de acuerdo con el estudio del Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP), las mujeres representan aproximadamente el 70% de las decisiones de compra a escala mundial.
De ahí que al ser el más activo en el mercado, el sector femenino se ha convertido en el objetivo perfecto para las estrategias de consumo. Expuso que algunos expertos consideran que el precio más elevado se debe a que las marcas invierten más en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad, por el hecho de ir dirigidos a las mujeres y niñas.
Sin embargo, hay muchos productos que no pueden ser reemplazados por versiones masculinas, por lo que es importante que cuando se es víctima de alguna diferencia en el precio del producto, sólo por estar credo para mujeres, no se compre y busque opciones que pueden ser mejores y a menor precio.