No tienes que dejar tu hogar para volver a la naturaleza, tenemos que plantearnos objetivos realizables si queremos tener una vida más natural.
Si queremos dejar de ser una carga para el planeta y aspiramos, más bien, a convertirnos en agentes de cambio, podemos hacerlo desde nuestra casa, volviéndola un hogar sustentable.
Lo primero que tienes que saber es que no será ningún sacrificio. Al contrario: al implementar algunas mejoras a tu nicho, orientadas al ahorro de recursos y a la reutilización, lo más seguro es que ahorrarás dinero. Además, nunca tu hogar habrá sido más acogedor.
Empezar por microcambios.
No por ser pequeños son insignificantes. Hacer microcambios, modificando algunos pocos hábitos, es fundamental para tener un hogar sustentable. Aquí algunas ideas.
- Usa servilletas no desechables. Usa servilletas de tela que puedas lavar.
- Lava con menos frecuencia. Si lavas menos no sólo ahorras agua, electricidad y detergente; también estarás evitando el deterioro de tu ropa.
- Usa el fuego con sabiduría. Si no sabes usar olla exprés, ¡aprende! Así podrás ahorrar gas.
- Limpia sin tóxicos. Los productos hechos a base de bicarbonato de sodio, son lo mejor.
- Desconecta lo que no estés usando. Y sobre todo, no dejes monitores prendidos si no los vas a utilizar: gastan mucha energía.
- Ten muchas plantas. Está comprobado que ayudan a oxigenar el ambiente.
- Separa la basura. Orgánica, inorgánica y reciclable. Sólo necesitas tres botes distintos.
- Recoleta agua. Usa cubetas para almacenarla y utilízala en tareas de limpieza o para regar las plantas.
Seguir con macrocambios.
Estos pueden ser un poco más difíciles, o por lo menos exigir mayor tiempo o inversión. Pero con el tiempo, estos cambios te ayudarán a ahorrar dinero. Y harán de tu hogar un espacio 100% sustentable.
- Haz un recolector de agua.
- Instala paneles solares.
- Instala aireadores en los grifos de la cocina y el baño.
- Si vas a construir, usa ladrillos de botellas PET.
- Cultiva tu propia comida.
- Haz un jardín comunitario.
- Construye tus propios muebles.
Fuente: Ecoosfera.com