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GUERRAS OLVIDADAS DE MÉXICO

Guerra de Comanches.

El recién independizado México tuvo conflictos severos de 1821 a 1848 con los Comanches y sus aliados Kiowas. El conflicto fue un baño de sangre que dejó miles de muertos. Cuando EE UU invadió el norte de México en 1846, la región de Texas se encontraba devastada. Los comanches eran un grupo indígena muy poderoso, llamados como “la nación salvaje más poderosa de América del Norte”. Ellos se consideraban propietarios de su territorio, no obstante, llegaron a un pacto con el gobierno de Nueva España, con la cual recibirían un tributo.

Sin embargo, cuando México se independizó, se negó a seguir pagando dicho tributo a los nativos. A partir de ese momento el nuevo país independiente se vio envuelto en una guerra terrible en la región de Texas contra los comanches. El declive comanche llegó hasta la década de 1850, cuando Texas ya era parte de Estados Unidos, debido a la escasez de bisontes, los indios comenzaron a comerse sus caballos. La población comanche comenzó a reducirse.


 Guerra de Castas.

A pesar de que los mexicanos han oído “medio hablar” de dicho conflicto, esta guerra es uno de los secretos más violentos que ha ocultado la historia oficial, un conflicto que bañó de sangre la península durante más de 50 años. La guerra de castas fue un conflicto que inicio en 1847 con protestas de los pobladores mayas de la península de Yucatán que buscaban terminar con las condiciones de injusticia a las que los habitantes indígenas eran sometidos por los grupos criollos que ejercían el poder en la península, dichas protestas escalaron y eventualmente se convirtieron en una rebelión armada, que dependiendo de la fuente puede ser considerada una lucha por la igualdad social, o una violenta guerra sostenida por el odio racial. La República de Yucatán pidió ayuda al gobierno mexicano para terminar con el caos, México accede, pero con la condición que se reincorpore a nuestro país.


Guerras de Cortina.

Otra guerra desconocida, en la cual fuerzas rebeldes mexicanas de Tamaulipas, dirigidas por Juan Nepomuceno Cortina, se enfrentaron a los Estados Unidos, primero contra la República de Texas, y después contra Estados Unidos. Fue parte de una facción secreta de grandes rancheros mexicanos que se resistieron al intento de la República de Texas de anexionarse su región meridional. Entonces comenzó lo que se conoció como la «guerra de Cortina» contra un ejército estadounidense reforzado, pero con el control de los mexicanos sobre la ciudad, quienes combatían al grito de «¡Mueran los gringos! ¡Viva la República Mexicana!» Cortina emitió una segunda proclama en donde pedía que se cumpliera con lo pactado en el tratado de Guadalupe Hidalgo, en donde se reconocían los derechos de los mexicanos. Hablaba en nombre de los «sagrados derechos de nuestra preservación» y terminaba diciendo: «Estoy listo para ofrecerme yo mismo en sacrificio para que ustedes obtengan su felicidad y les aseguro que no tendrán nuestras tierras sino hasta que las rieguen con su propia sangre».


Guerra de los Religioneros.

Fue un movimiento militar católico que se desarrolló entre 1873 y 1876. Durante la administración de Lerdo de Tejada, el gobierno federal decidió reformar la Constitución mediante un decreto el 25 de septiembre de 1873. El gobierno entonces favoreció la difusión de manera oficial del protestantismo, prohibiendo además las manifestaciones o actos religiosos fuera de los templos. Estas actividades provocaron un alzamiento católico, que fue conocido como el de los Religioneros, siendo este un precedente de la Guerra Cristera. Los primeros levantamientos tuvieron lugar en noviembre de 1873 en Morelia, Zinacatepec, Dolores Hidalgo, León, Jonacatepec, Temascaltepec y Tejupilco.

En enero de 1874, los levantamientos se extendieron al grito de ¡Viva la Religión! ¡Muera el mal gobierno! ¡Mueran los protestantes!. Cabecillas religionarios como Jesús González, Benito Mesa, Domingo Juárez, Gabriel Torres, Antonio Reza, Jesús Soravilla, Socorro Reyes participaron en esta guerra. La guerra llegó a su fin cuando el Gral. Porfirio Díaz derribó a Sebastián Lerdo de Tejada durante la Revolución de Tuxtepec; desapareciendo el movimiento religionero, pues ya no existía razón de ser cuando Díaz pactó con la Iglesia.

 


Conflicto México – Guatemala.

En 1958, la fuerza aérea de Guatemala atacó a un grupo de barcos pesqueros mexicanos, que según los guatemaltecos, estaban en aguas territoriales de ese país. Dos de los cinco barcos fueron hundidos, con un saldo de 3 marineros muertos y 14 heridos. En acción de defensa, México intentó poner en marcha la Operación Gaviota a cargo de la Fuerza Aérea Mexicana, sin embargo, en el último momento fue abortada, y los puentes entre ambos países quedaron destruidos. Después de varias pláticas, el 15 de septiembre de 1959, las cancillerías de ambos países anunciaron la reanudación de las relaciones diplomáticas.