Esta pregunta ha intrigado a la humanidad por siglos, algunos asocian a que tenemos un “alma” que sigue su rumbo aún después de la muerte.
“El más allá” es algo que experimentan las personas que “volvieron a la vida” para contar sus increíbles historias, una de las experiencias más asombrosas la cuenta un neurocirujano, el Dr. Eben Alexander. He aquí su historia.
El Dr. Alexander no creía en la vida después de la muerte, siempre estaba rodeado por colegas convencidos de la vida material, tal como la conocemos, sin creer en el alma. Como la mayoría de los escépticos, sólo creía que las historias de la vida futura eran más que alucinaciones y productos de la imaginación. Hasta que lamentablemente cayó en coma durante siete días, causado por un caso grave de meningitis bacteriana, durante el estado de coma experimentó un viaje que cambió su visión de la vida después de la muerte.
Al despertar del coma, el Dr. Alexander escribió el bestseller «Prueba del Cielo». En este libro, confirma que nuestra vida en la Tierra es sólo una prueba que ayuda a nuestras almas a evolucionar y crecer, y que la forma en que logran hacerlo es proceder con amor y compasión. Aquí están algunos puntos notables del libro:
- Su experiencia en la otra vida era tan real. La vida de un ser humano en la Tierra es sólo un sueño artificial en comparación con eso.
- La estructura de la otra vida era el amor. Sí, el amor domina todo y la presencia del mal era pequeña. Si deseas entender el Universo, debes conocer el amor.
- Toda la comunicación fue telepática. No había necesidad de palabras, todas las preguntas fueron contestadas telepáticamente.
Cuando se le preguntó al Dr. Alexander que era lo que quería transmitir, él respondió que desea que todos sepan sobre el reino espiritual, dijo que es más valioso y amado de lo que puedas imaginar. Siempre estás a salvo y nunca estarás solo. El amor incondicional y perfecto de Dios llega a todos.
«El amor es, sin lugar a dudas, la base de todo. No es algo abstracto, es una clase de amor poco entendible, es como el tipo de amor que sentimos cuando miramos a nuestro cónyuge y nuestros hijos, o incluso nuestras mascotas. Este amor no es celoso o egoísta, es incondicional y en su forma más pura y potente. Esta es la realidad de realidades, indescifrablemente gloriosa la verdad de las verdades que vive y respira en el centro de todo lo que existe o alguna vez llega, y la comprensión de quién y qué somos se puede lograr para cualquier persona que no lo sabe y encarnarlo en todas sus acciones», dice el Dr. Alexander.
Cada quien forma su opinión, y aunque la mayoría de las religiones nos hablan del “cielo”, lo cierto es que cada uno lo descubriremos cuando nos llegue nuestro último aliento en esta Tierra.
Fuente: Checkoutthehealthyworld.com