Una vez más la CDMX y el Estado de México se inundaron y el discurso se repite: «fue la lluvia». Pero no. La lluvia no es el problema.
El verdadero problema son las decisiones que se toman desde los gobiernos, las constructoras y también desde nuestra cotidianidad como ciudadanos.
La lluvia es un fenómeno natural, necesario y, en muchos casos, predecible. Lo que no es natural es que nuestras ciudades estén diseñadas para rechazar el agua. ¿Cómo esperamos que el agua fluya si todo está cubierto de asfalto y concreto? Las áreas verdes han sido reemplazadas por fraccionamientos, centros comerciales, obras masivas e infraestructura que, en lugar de absorber, repelen el agua1.
Y Texcoco, específicamente, es una cuenca. Históricamente fue un lago, un cuerpo de agua que regulaba los excesos de lluvia. Hoy es una plancha endurecida por la urbanización y las malas decisiones. No tiene por dónde respirar. ¿Cómo no va a inundarse?2.
Además, nuestras acciones como ciudadanos también tienen consecuencias. Coladeras tapadas por basura, drenajes colapsados por lo que tiramos sin pensar, desperdicio, desinformación. La ciudad no puede con tanto. Según el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, más del 50% de los encharcamientos se debe a la obstrucción de coladeras por residuos sólidos3.
A esto se suma la deforestación sistemática. Empresas que talan bosques enteros para ampliar autopistas o construir nuevos desarrollos. ¿Y qué pasa cuando desaparecen los árboles? El suelo pierde su capacidad de absorción, se erosiona, se vuelve impermeable. Entonces, cuando llueve, el agua no se filtra: corre, arrasa, inunda4.
No es la lluvia. Es la falta de planeación. Es la visión cortoplacista que prioriza la expansión inmobiliaria sobre el bienestar ecológico. Es la falta de educación ambiental. Es la negligencia institucional y ciudadana. Necesitamos recuperar nuestras áreas verdes, frenar la urbanización desmedida, exigir políticas que respeten el equilibrio del ecosistema. Necesitamos dejar de culpar a la lluvia y empezar a mirar hacia nosotros mismos.
Porque la naturaleza solo está haciendo lo que le corresponde. Nosotros somos quienes rompimos el equilibrio.
Fuentes consultadas:
- 1. Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP). Infraestructura Verde: Alternativa para mitigar inundaciones urbanas (2021).
- 2. UNAM – Instituto de Geografía. La cuenca de Texcoco: historia y transformación del paisaje hidrológico (2020).
- 3. Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX). Reportes de mantenimiento y causas de encharcamientos (2023).
- 4. Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Informe sobre deforestación en zonas urbanas y su impacto hidrológico (2022).