La ofrenda es un culto que colocan los vivos para guiar a los muertos durante el viaje a su eterno descanso.
Por Daniela Alpide.- Las ofrendas de día de muertos son altares de origen prehispánico, los cuales eran dedicados a distintas deidades y se colocaban en fechas diferentes. Sin embargo, la del señor de los muertos Mictlantecuhtli, se celebraba en el mes que ahora conocemos como noviembre.
En ese periodo muchas etnias mesoamericanas rendían culto a la muerte. Entre ellas estaba la mexica cuyos dioses encargados de definir el destino de las ánimas eran Mictecacíhuatl y Mictlantecuhtli. Ambos eran señores del Mictlán o “lugar de los muertos”, que para llegar aquí, las almas debían lidiar y sortear una serie de obstáculos para poder conseguir el descanso eterno y se creía que los vivos los acompañaban durante el viaje por medio de las ofrendas, colocando sus objetos, comida o bebidas.
En el siglo XVI, tras la Conquista, se introduce a México el terror a la muerte y al infierno con la divulgación del cristianismo, por lo que en esta época se observa una mezcla de creencias del Viejo y el Nuevo Mundo. Así, la Colonia fue una época de sincretismo donde los esfuerzos de la evangelización cristiana tuvieron que ceder ante la fuerza de muchas creencias indígenas, dando como resultado un catolicismo muy propio de las Américas, caracterizado por una mezcla de las religiones prehispánicas y la religión católica.
En esta época se comenzó a celebrar el Día de los Fieles Difuntos, cuando se veneraban restos de santos europeos y asiáticos recibidos en el Puerto de Veracruz y transportados a diferentes destinos, en ceremonias acompañadas por arcos de flores, oraciones, procesiones y bendiciones de los restos en las iglesias y con reliquias de pan de azúcar, antecesores de nuestras calaveras y el llamado “pan de muerto”.
Actualmente es una celebración que es resultado de la mezcla de la cultura prehispánica con la religión católica, por lo que nuestro pueblo ha logrado mantener vivas sus antiguas tradiciones.
A pesar que los altares se ponían un par de días antes del 1 y 2 de noviembre, es decir, el 30 o 31, los 1 y 2 de noviembre no han dejado de ser los días principales. De acuerdo con la tradición, en esas dos fechas nos visitan todas las almas que se desprendieron de sus cuerpos, es decir, nuestros difuntos.
Fuente: Mexicodesconocido.com.mx