Los gustos gastronómicos de Adolf Hitler ponen al estado de Hidalgo en la historia del hombre más poderoso de Alemania.
Se dice que ya en el poder, Hitler se interesó por conocer no sólo las propiedades de la carne y otros productos animales, sino también de algunas bebidas. Fue así como se enteró de los beneficios del pulque mexicano.
El Führer escuchó del mítico brebaje cuando se enteró que era conocido como “la bebida de los dioses”, por lo que de inmediato solicitó información a su círculo más cercano, pues creía, podía aportar un sinfín de beneficios a su salud y a la consecución de la raza aria.
Una vez que centró su atención en el pulque, Hitler ordenó la creación de un documental donde se apreciara la producción de la bebida consumida por los mexicanos, pero no era el único elemento en el que estaba interesado. Su insaciable ambición de poder lo condujo a organizar expediciones por todo el mundo para encontrar este tipo de brebajes mágicos, tal y como lo hacían los alquimistas siglos atrás.
Después de una exhaustiva investigación, la comisión enviada a México volvió a Alemania y entregó un cortometraje con una duración de 12 minutos en el que capturaron la extracción del pulque en el Valle de Apan, estado de Hidalgo, producción a la que nombraron “Pulquebereitun