Dar las gracias es una forma inteligente de mejorar la salud mental y la cognición.
Los investigadores Joel Wong y Joshua Brown indagaron los efectos de la gratitud en personas con baja salud mental. En el estudio se reclutó a 300 adultos, sobre todo universitarios, que buscaban algún tipo de terapia a o ayuda psicológica.
Se dividieron en tres grupos; uno tuvo que escribir una carta de gratitud a otra persona cada semana durante 3 semanas, el segundo escribió sobre sus pensamientos más profundos y sus experiencias negativas y el tercero no hizo ninguna de estas actividades. Los investigadores descubrieron que aquellos que escribieron las cartas de agradecimiento reportaron significativamente mejor salud mental de 4 a 12 semanas después del experimento que los que no escribieron cartas. Los investigadores encontraron cuatro formas esenciales en las que la gratitud beneficia a la psique:
1. La gratitud nos desenreda de las emociones tóxicas. Los investigadores notaron que los que daban las gracias mostraban una menor utilización de palabras ligadas a emociones negativas. Asimismo, descubrieron que usar menos palabras negativas es un predictor de buena salud mental, más que la abundancia de palabras positivas.
2. La gratitud ayuda incluso cuando no se comparte. En el estudio muchos de los participantes decidieron no compartir sus cartas, pero aun así cosecharon los beneficios. Esto explica por qué las personas que dan las gracias rezando también reciben los beneficios de agradecer. Es el acto de enfocarse en la gratitud lo que modifica el cerebro y la actitud de un individuo.
3. Los beneficios de la gratitud son duraderos. Los científicos encontraron un efecto de beneficio que no sólo se mantiene tiempo después de escribir las cartas sino que en ocasiones, extrañamente, apareció sólo después de cierto lapso.
4. La gratitud modifica positivamente el cerebro. Se halló que aquellos que escribieron las cartas de agradecimiento tuvieron mayor activación en la zona prefrontal del córtex medio, y esto tuvo un efecto prolongado. Esta zona está asociada al aprendizaje y a la toma de decisiones, lo cual sugiere que la gratitud te hace, en cierta medida, más inteligente.
Por todo lo anterior, es indudable que tomarse unos minutos al día para dar gracias es algo que puede ser muy benéfico a la vez que es quizás la forma más sencilla de meditación u oración, para la cual no se necesita ningún entrenamiento ni ninguna afiliación religiosa.
Se trata del puro acto de apreciación de lo que tenemos, de las personas que queremos y de la vida misma, y de una apertura de nuestro ser al mundo, como muestra el gesto físico de agradecer.
Fuente: Pijamasurf.com