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Cuatro consecuencias para la salud del bullying

El acoso produce una serie de consecuencias negativas en los niños, como la depresión, ansiedad, pensamientos suicidas o el descontento con la vida.

El acoso (o bullying) es un comportamiento agresivo y no deseado entre niños en edad escolar que involucra un desequilibrio de poder real o percibido. El comportamiento se repite o tiende a repetirse con el tiempo. Y estas actitudes tienen importantes consecuencias para la salud de los menores, que padecen problemas graves y duraderos.

El bullying es un problema global. Existe a cualquier nivel y forma en todos los países. Según datos de esta organización procedentes de 106 países, la proporción de adolescentes en edades comprendidas entre 13 y 15 años que dicen haber experimentado bullying.

Existen numerosas señales de alerta que pueden indicar que alguien se encuentra involucrado en una situación de acoso escolar, ya sea como acosador o como acosado. Los especialistas insisten en la importancia de reconocer las señales de alerta, porque no todos los niños que son acosados o que acosan a otros piden ayuda.

Algunas señales que pueden ser indicativas del acoso a un niño:

  • Lesiones inexplicables o dolores de cabeza o estómago frecuentes.
  • Pérdida o rotura de ropa, libros, dispositivos electrónicos o joyas.
  • Cambios en los hábitos alimentarios.
  • Dificultad para conciliar el sueño o pesadillas frecuentes.
  • Calificaciones bajas o pérdida de interés en las tareas escolares.
  • Pérdida repentina de amigos o deseo de evitar situaciones sociales.
  • Sentimientos de impotencia o disminución de la autoestima.
  • Comportamiento autodestructivo como escaparse del hogar, autoinfligirse heridas o hablar de suicidio.

Consecuencias para la salud.

Los informes muestran un abanico de consecuencias negativas a largo plazo tanto para las víctimas como para los acosadores. El acoso produce una serie de consecuencias negativas en los niños, como la depresión, ansiedad, pensamientos suicidas o el descontento con la vida. Además, influye en los resultados académicos o en la predisposición a seguir con programas de estudios.

El bullying también deja huella en los acosadores. Unicef recuerda que, en estos casos, se ha relacionado con futuros comportamientos de delincuencia juvenil, como robos y atracos, actos de vandalismo, piromanía, ataques físicos, crimen organizado y tráfico de drogas.