Jesús León Santos es un campesino indígena que, cuando tenía 18 años decidió cambiar el paisaje desolador que lo rodeaba por un sitio lleno de vida.
En la Mixteca alta, llamada la “tierra del sol”, la tierra es árida y es difícil acceder al agua y la leña. En esa región, compartida por los estados de Guerrero y Oaxaca, más de 50 mil hectáreas fueron perdiendo altura debido a la erosión del suelo producida por el sobrepastoreo, la industria de producción de cal y la cría intensiva de ganado. Otros factores, como la tala intensiva de árboles también contribuyeron a agravar esta situación, derivando en un paisaje muy parecido al de un desierto.
Frente a esta realidad, Jesús comenzó, junto con otros pobladores, a desarrollar técnicas agrícolas precolombinas para volver esas tierras áridas zonas verdes y arboladas, aptas para el cultivo. Fue aquí donde encontró la pieza clave para cumplir con su objetivo: volver a reunir a la comunidad local.
Así fue como agrupó a 400 municipios y creó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (Cedicam). Sin dinero de por medio, y entre todos, cavaron zanjas para retener el agua de lluvia, abonaron la tierra y plantaron cerca de cuatro millones de especies nativas.
Gracias a este intenso y dedicado trabajo, hoy la zona se encuentra reverdecida, hay alimentos, árboles y vida. Pero éste no fue el punto de llegada, ya que gracias al trabajo conjunto desarrollaron un sistema de agricultura sostenible sembrando una de las variedades del maíz más adaptada a las condiciones de la región. Incluso las zonas linderas también se fueron contagiando de este ejemplo positivo, plantando árboles en su comunidad.
En la actualidad, además, Jesús impulsa la lucha contra los transgénicos, y sigue dándole pelea a la desertificación, al igual que lo hacen muchos activistas, y que lo hicieron otros como Berta Cáceres y Jairo Mora Sandoval, a quienes esta lucha les costó la vida.
Pocos lo saben, pero existe un premio tipo “Nobel” de ecología, el nombre de la recompensa es “Premio Ambiental Goldman“. Fue creado en 1990 por dos generosos filántropos y activistas cívicos Estadounidenses Richard N. Goldman y su esposa Rhoda H. Goldman. Consta de una dotación de 150.000 USD ($2,154,000 M.N.) y se entrega cada año, en el mes de abril, en la ciudad de San Francisco, California (Estados Unidos). Hasta ahora ha sido otorgado a defensores del medioambiente de 72 países.