El Pueblo Mágico de Aculco, en el Estado de México, es un destino pintoresco con áreas naturales únicas, entre ellas el Cañón de Aculco.
El sol baña de luz dorada sus calles empedradas, comienza a iluminar sus callejones y refleja su luz en las blancas paredes de todo el pueblo. Así comienza el día en el histórico Aculco, donde no solo podrás admirar su arquitectura, sino también emprender una aventura en sus atracciones naturales.
El Cañón de Aculco, un sitio de referencia para escaladores principiantes y avanzados. Ha sido escenario de importantes competencias internacionales. Los colores de sus prismas contrastan con el agua de la cascada, dejando tonalidades de acuerdo con la época del año.
Además puedes comprar quesos producidos en sus ranchos, recorrer los arcos de la Plaza Principal, practicar escalada en sus cañones y cañadas, camina por su fisionomía colonial y tómate un descanso en alguna de sus bellas plazas. Admira la Parroquia y Exconvento de San Jerónimo.
El nombre del callejón Pomoca inscrito en cantera rosa, te conduce a este sitio construido en 1882 donde fluye agua de manantial por un canal que actualmente las mujeres otomíes continúan utilizando. Más adelante encontrarás el Santuario del Señor de Nenthé. Luce una arquitectura moderna.
Visita el lugar donde se hospedó Miguel Hidalgo en 1810, el cual guarda muchas historias. Fue aquí donde los insurgentes sufrieron su primera derrota durante la guerra de Independencia.