Una persona que trabaja en el comercio informal puede ganar más de 15 mil pesos mensuales, más de lo que gana un profesionista en el país.
En México, vender artículos “pirata” o vender en la calles del centro de la Ciudad de México (CDMX) deja más que estudiar una carrera y ser profesionista.
De acuerdo con el estudio «Tendencias del Empleo Profesional», de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), una persona que trabaja en el comercio informal puede ganar más de 15 mil pesos mensuales, más de lo que gana un profesionista egresado de carreras como Ciencias Biológicas en México, Arquitectura, Urbanismo, Diseño y de las áreas de Humanidades y Artes.
El comercio en vía pública ha pasado de ser una actividad de sobrevivencia a un criterio de gobernabilidad, porque qué haría esa gente si quitaran estos puestos de trabajo cuando no hay oportunidades laborales y las que existen son ‘verdaderos subempleos’.
Esta disparidad pone en riesgo la salud laboral de las personas y, sobre todo, la seguridad pública, porque es ilícita la venta de productos, alimentos y bebidas de contrabando, piratas o sin registro sanitario, y detrás están las bandas del crimen organizado.
Ese mercado negro obtiene «ganancias descomunales», porque un vendedor informal gana un promedio de 500 pesos diarios, cuando está ubicado en los mejores puntos de consumo, y un trabajador formal gana sólo 100 pesos.
Incluso, puede pasar horas al frente de un volante de trasporte privado como Uber para pagar la renta del automóvil y poder tener ingresos de ocho mil pesos cada mes; también hay pequeños comerciantes que obtienen entre ocho mil y nueve mil pesos después de pasar horas detrás del mostrador de una tienda.