La nueva terminal aérea es el golpe final de la destrucción de los recursos naturales y el desastre ecológico, sostienen los académicos.
«Producirá un verdadero ecocidio que ocasionará fuertes pérdidas materiales, económicas, sociales y culturales. La construcción del NAICM abandona y destruye la parte virtuosa del Plan Lago de Texcoco/Proyecto Lago de Texcoco que había logrado restaurar los ecosistemas de la Cuenca del Valle de México».
Detallaron que hay una destrucción de los cinco lagos artificiales de la zona (Nabor Carrillo, Churubusco, Recreativo, Laguna de Xalapango y Lago de Regulación Horaria), que comprenden mil 915 hectáreas con un espejo de agua de mil 700 hectáreas que han permitido regular y almacenar los escurrimientos superficiales, las aguas negras crudas y tratadas, así como generar un microclima que mejora el funcionamiento ecológico de la cuenca. Además de las mil 300 represas construidas para conservar el agua y el suelo, y los más de 50 millones de árboles plantados.
Sócrates Silverio Galicia Fuentes, académico y responsable del estudio de la UACh, afirmó que aunque el Grupo Aeroportuario reporta un total de 91 minas explotadas en municipios del Valle de México, de donde se extraen los materiales para la construcción del aeropuerto, en los recorridos de campo que han hecho los investigadores y las organizaciones se contabilizan ya 180 minas, muchas de ellas no registradas que carecen de todos los permisos necesarios para su operación.
«El municipio de Tepetlaoxtoc es uno de los más castigados por la destrucción de sus cerros, ya que cuenta con 40 minas (23 minas federales y 17 estatales) en su mayoría en terrenos de particulares que carecen de los permisos correspondientes. La destrucción impresionante de cerros comprende los municipios de Texcoco, Acolman, Tezoyuca, Teotihuacán, San Martín de las Pirámides, Temascalapa, Otumba, Axapusco, entre otros. El cerro de Chiconautla será recortado en 27 metros en su parte superior, debido a que estorba el despegue y aterrizaje de los aviones en la pista número 3 del NAICM», dijo.
En el informe, los investigadores sostienen que existe daño y destrucción del patrimonio cultural del Valle de México, porque afecta varios sitios arqueológicos ubicados en la zona del Lago de Texcoco, en las zonas de extracción de material pétreo (Cerro Gordo, Cerro Techachal de Tepetlaoxtoc) y en las áreas de construcción de diversas obras del NAICM (Cerro Chiconautla), además de los terrenos de depósito de material de construcción y lodos extraídos del Lago de Texcoco (Tlaminca).
Destacaron que el proyecto del NAICM contempla la construcción de obra hidráulica para evitar inundaciones en el nuevo aeropuerto, pero modificará profundamente el funcionamiento hidráulico del Valle de México, como la construcción de 145 kilómetros de colectores para evitar que el agua residual de los ríos llegue a los lagos artificiales existentes y se conducirán a dos nuevas plantas de tratamiento. También incluye el entubamiento de 25 kilómetros de cauces en la zona aledaña al polígono y 39 kilómetros de túneles para mejorar el sistema de drenaje, entre otras obras.
El investigador destaca que el tipo de suelo salino sódico que hay en el ex lago de Texcoco constituye un suelo “totalmente inadecuado para cualquier tipo de construcción. Estas características del suelo hacen del lecho del ex Lago de Texcoco un lugar inviable para la construcción del NAICM, ya que presenta suelos altamente corrosivos y exceso de agua en el subsuelo.
“Las características del suelo, la geología, el relieve y la hidrología exigen la realización de obras que encarecen el costo de la obra. Se requieren 64 millones de metros cúbicos de tezontle y 32 millones de metros cúbicos de basalto para poder drenar las capas profundas del subsuelo. Se requieren obras de control de aguas superficiales e internas para evitar cualquier posible inundación del área del NAICM. Además de otros problemas aeronáuticos que dificultan el despegue de los aviones por las sierras y cerros circundantes, así como por las corrientes de vientos dominantes».
En el estudio, los investigadores hacen una recapitulación histórica de la disputa y lucha que se ha registrado por el territorio de la región de los lagos del Valle de México. Destacan también el surgimiento de las organizaciones sociales que luchan por la defensa de la tierra y el agua en la región oriente. Concluyen que existe una inviabilidad técnica y financiera del lecho del Lago de Texcoco para la construcción del NAICM; éste constituye el golpe final al equilibrio hidrológico y ecológico del Valle de México.
«El vaso del ex Lago de Texcoco es el peor sitio que se hubiese escogido para construir el NAICM. Existen múltiples razones: geológicas, hidrológicas, aeronáuticas, que han sido expuestas por diversos especialistas en informes y eventos académicos».
Fuente: Vanguardia