Es de esperarse que después de presenciar un terremoto y escuchar miles de tragedias a tu alrededor, sientas pánico y temor ante la situación.
Lo más probable es que sean muchas las personas que pueden pasar por una crisis emocional, que les provoque sentimientos de preocupación, tristeza e irritabilidad. “Normal” no significa que “regresaré” a ser la persona “egoísta” que “era”, ni “regresaré” a ser la persona “inhumana y parrandera” que sólo pensaba en pasarla bien. No creas que tu vida antes del sismo llevaba estas etiquetas, y no hay razón para etiquetar lo que vas a vivir de ahora en adelante.
No sientas lástima por esas personas que están sufriendo, llénate de admiración y fuerza. No te sientas culpable de querer descasar, sonreír, viajar, no tengas miedo de eliminar esos miedos, es tiempo de intentar recuperar lo que perdiste para poder seguir ayudando a los que les cuesta más trabajo hacerlo. Hoy ve a recuperar tus ganas, ve a recuperar tu sonrisa, ve y hazlo por esa persona que está levantando piedras. Hazlo por ella y dentro de poco ve a tomar su lugar.
Recuerda que hoy no termina la ayuda, hoy no termina lo que puedes hacer por México. Te invitamos a que cuando veas personas sin techo, las apoyes como hasta ahora lo has hecho, a que cuando veas a alguien llorando le des una mano de ayuda, a que cuando veas que dentro de poco cierren varios albergues, ayudes a encontrar más techos difundiendo la información correcta, a que le sonrías a esa persona que está a tu lado en el metro que probablemente daría su vida por ti sin conocerte.
Te daremos una mini guía de cómo puedes volver a la normalidad después de un sismo, estas técnicas son para que por lo menos este periodo de tres a seis meses sean menos tortuoso y puedan ir desapareciendo gradualmente. Y no, faltar al trabajo no es una opción.
– Date permiso: De descansar lo suficiente para recobrar fuerzas. El cuerpo ha estado expuesto a grandes niveles de estrés y la adrenalina consume mucha energía.
– Evita hablar: Con tus familiares o círculo de amigos sobre la tragedia porque no dejas que la angustia se vaya, al contrario, la mantienes viva.
– Haz ayuno de noticias: Y desconéctate por lo menos el 50% de tu tiempo, porque ver la televisión, escuchar la radio o leer los periódicos vuelve a traumatizarte.
-Debes mantener la calma: Realiza varios ejercicios de respiración, hasta que tu ritmo cardíaco se estabilice. Hazlo cuantas veces sean necesarias, siéntate en un lugar cómodo, relaja tu cuerpo y respira.
-Aceptación: Desde la aceptación y resignación podrás seguir adelante y poder enfrentar cualquier problema.
-Ayuda a quienes más lo necesiten: En este tipo de catástrofres la crisis se da de forma colectiva, por lo que debes acercarte a la personas que te rodean y ayudarse uno al otro, con tal de salir adelante rápidamente.
-Actívate: Al estar ayudando a otros, moviéndote de un lado a otro, te servirá como terapia para dejar atrás el dolor. Aparte de que sentirás una gran satisfacción, ya que lo más seguro es que de lo malo, surgan cosas buenas.
-Piensa positivo: Aleja de ti los pensamientos negativos, ya que sólo te dañan emocional y psicológicamente, por lo que debes romper esa barrera de tu mente y pensar con certeza que saldrás adelante de cualquier adversidad.
-Busca poyo en tu seres queridos: Mutuamente pueden darse el amor y apoyo que tanto necesitan para reconfortarse.
-Psicoeducación: Puedes pedir ayuda a redes de apoyo, para aprender qué hacer ante desastres naturales y cómo estar mejor preparados.
-Acude con especialistas: En caso de que tengas constantes pesadillas, flashbacks, no puedas dormir, etc, debes acudir a un psicólogo de inmediato para tratar tu problema lo más pronto posible.