En una ciudad mexicana muchos creen que una fuerza sobrenatural los protege de los huracanes.
En Tampico, ciudad del estado de Tamaulipas en México, una enorme mayoría de la población no duda en afirmar que seres extraterrestres protegen a la región y a sus habitantes de la devastadora fuerza de los huracanes, que tras avanzar con vehemencia hacia sus costas, detienen la marcha repentinamente para cambiar misteriosamente de rumbo.
Más aún, la gente asegura avistar todo tipo de objetos voladores y luces no identificadas surcando los cielos de la ciudad con frecuencia. Los más elocuentes sostienen abiertamente que, a unos 40 kilómetros de la costa, existe una base alienígena submarina, donde entran y salen naves de distintas fisonomías, especialmente triangulares y circulares.
Pero no siempre fue así. Los mayores aún recuerdan las épocas en que los huracanes devastaban la ciudad, como en 1955, cuando el denominado Hilda inundó tres cuartas partes del territorio y dejó a 20 mil personas sin casa.
Sin embargo, un buen día, los huracanes nunca más volvieron a soplar sobre tierras de Tampico. Corrían los primeros años de la década de 1970, cuando un ignoto trabajador de la Ciudad de México llegó hasta la ciudad para contar a los cuatro vientos que los extraterrestres lo habían contactado con un claro mensaje: estaban allí protegiendo a la región, no sólo de huracanes, sino también de cualquier otra amenaza al territorio.
«No es con el afán de proteger la ciudad, es con el afán de proteger la ciudad donde ellos viven, porque encontraron una forma de poder estar ahí», sostiene Don Alonso, que tuvo su primer avistamiento en 1983; “era un disco de luces amarillas con un diámetro de 60 metros”. La última ocasión en que un huracán desvió repentinamente su marcha hacia Tampico, fue en 2013.
Fuente: BBC Mundo