El día 30 de Abril, se celebra en México el “Día del Niño”, un día en que festejamos a los más pequeños, la costumbre de los padres es entregar algún presente a los niños.
El “Día del Niño” es una celebración anual dedicada a la fraternidad y a la comprensión de la infancia del mundo, destinado a actividades para la promoción del bienestar y de los derechos de los niños y las niñas del mundo.
Es celebrado en diversos países del mundo en diferentes fechas, si bien el día internacional declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el 20 de noviembre, en México se celebra cada 30 de abril, y aunque no es día de asueto, las escuelas realizan diversas actividades para conmemorar el día, tal como festivales o salidas a lugares de esparcimiento.
HISTORIA DE LOS NIÑOS EN MÉXICO.
Los niños siempre han ocupado un lugar central en la sociedad mexicana (aunque no siempre han sido vistos de la misma manera), por ejemplo, en la época prehispánica eran considerados “un regalo de los dioses” y los llenaban de consejos amorosos y discursos educativos, aunque eso no quitaba que los aztecas, por ejemplo, al ser una sociedad militarizada, fueran muy severos en la educación de sus hijos.
Los castigos eran terribles, tal como respirar humo de chile o ser punzados con espinas de maguey, los niños eran disciplinados sin importar que fueran nobles, nadie podía desobedecer.
Por otro lado, en la Colonia, la suerte de cada niño era definida por el lugar en el que nacía dentro de la sociedad. No era la misma infancia la que tenía el hijo de un negro, que el de un indígena, el de un criollo, un español peninsular o el de un mestizo.
En las leyes, en el México contemporáneo, se supone que los niños son considerados el futuro del país y por eso sus derechos deben ser resguardados, aunque los altos índices de pobreza y el trabajo infantil que todavía existe en nuestra nación ponen en duda el compromiso del Estado por lograr que esos derechos se respeten.
EL ORIGEN DE ESTA CELEBRACIÓN: LA GUERRA.
La celebración en el país data de 1924, fue durante el gobierno de Álvaro Obregón y luego de que el país se sumara al Convención de Ginebra para velar por el bienestar de la infancia, el cual se había visto vulnerado tras la Primera Guerra Mundial.
Y es que fue después de esa guerra que el mundo reparó en los efectos negativos que temían los conflictos bélicos en la población civil, en particular entre los infantes. Fue por eso que en la Convención de Ginebra se emitió la Declaración de los Derechos de los Niños.
A partir de ese momento mucha gente comenzó a preocuparse por entender las necesidades de la niñez durante los conflictos armados. En México se escogió el 30 de abril ya que el festejo podía empalmarse con el 1 y 5 de mayo, dos días de por sí ya importantes en el país. Además la ONU lo festeja el 20 de Noviembre, pero ese día nosotros celebramos nuestra Revolución.
Hay que recordar que en la Revolución Mexicana muchos niños también participaron, tanto como espías, como portando armas. La guerra también dejo marcada a toda una generación de infantes mexicanos.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
Si los niños europeos sufrieron en la Primera Guerra Mundial, muchos más lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, pues el armamento fue más sofisticado y las estrategias de guerra cambiaron. Fue por eso que la ONU estableció un organismo dedicado específicamente a los niños: UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
En 1989 se emitió la Convención sobre los Derechos de los Niños. México adoptó esa nueva convención pero no fue hasta el 2000 que promulgó la primera Ley de Derechos de las Niñas y los Niños que fue sustituida el 4 de diciembre del 2014 por otra ley que comprende 20 derechos de los niños, las niñas y los y las adolescentes.
Parece increíble que millones de niños hayan tenido que sufrir los horrores de la guerra para que alguien comenzará a pensar que las decisiones de los adultos podían afectar la vida de los futuros ciudadanos del mundo… pero, lamentablemente muchos niños aún no ven respetados sus derechos:
UNA CRUDA REALIDAD.
Mientras que, según las leyes, los niños y las niñas están protegidos, en la realidad más de la mitad de los 40 millones de menores que viven en México están en situación de pobreza (cifras de la Unicef en México). El documento señala que en el 2012, de los 21.2 millones de niños y niñas y adolescentes, 53.8 % se encontraban en condición de pobreza y 4.7 millones, el 11.9 %, en pobreza extrema.
Además se han visto vulnerados otros derechos que tienen, como el derecho a la salud o a la educación y aunque hay políticas que están dirigidas a esos temas, también se ven violados sus derechos a la libertad de expresión, de conciencia, al acceso a los medios de comunicación, a internet, etcétera.
Así que 30 de abril no es el día en que consentimos a nuestros niños por ser niños, es el día en el que los adultos debemos tomar conciencia de los derechos que tienen y que hay un principio que debemos tener presente en todo momento: el interés superior del menor.
Eso quiere decir que debemos pensar siempre en los derechos de la infancia. Por otro lado, la tarea de los adultos actuales es dejarles a los infantes un mundo en el que se puedan desarrollar con libertad y de la manera que ellos elijan, esto tiene que ver tanto con nuestra responsabilidad con el ambiente, como con nuestra responsabilidad con las libertades políticas y sociales que les dejamos.
Los horrores de la guerra pudieron dar origen a este día, pero es responsabilidad de políticos, empresarios y la sociedad en general que los niños del futuro no vuelvan a ver sus derechos vulnerados