Los océanos son el principal pulmón del planeta, ya que son los responsables de generar gran parte del oxígeno.
Los océanos son grandes extensiones de agua salada que cubren una gran parte de la superficie de la Tierra. En ellos habitan una gran diversidad de ecosistemas marinos con miles de especies animales y vegetales y que a su vez son esenciales para que exista un equilibrio ecológico, que ayuda a los seres humanos en su sustento.
Estas grandes masas de agua funcionan como sostén planetario y son vitales para el natural ciclo de la vida. En ellas se producen los llamados accidentes climáticos y otros fenómenos naturales que pueden afectar de forma negativa algunas regiones pobladas del planeta, sobre todo, a las que viven cercanas a las costas.
La importancia de los océanos radica en que son la principal fuente de vida de todo lo que existe y se mueve sobre la Tierra. Sin embargo, a través de los años, el hombre, en su constante afán de avanzar hacia la búsqueda de nuevos desarrollos, ha provocado un gran daño a los mares y océanos.
Cada año son miles las especies de plantas y animales que se extinguen debido a la gran cantidad de desperdicios y agentes contaminantes que son depositados en las aguas del mar y, aunque algunos gobiernos han tomado medidas para subsanar el problema, las mismas no han sido suficientes para evitar la extinción de grandes ecosistemas marinos que mueren por estas causas.
Los océanos representan el gran pulmón del mundo, ya que de ellos obtenemos el oxígeno, y en su ciclo natural se da un proceso de filtración y purificación del aire.
Otro de sus grandes aportes tiene que ver con el suministro del alimento para los seres humanos, además de ayudar al equilibrio ambiental en todos los países, y ser un medio de donde se extraen recursos energéticos como el gas o el petróleo, metales preciosos, así como para el intercambio económico y comercial alrededor del globo.