Se declaró el 23 de mayo en conmemoración al movimiento estudiantil de 1929, que llevó a la entonces Universidad Nacional a adquirir la autonomía.
Todo dio comienzo cuando el 22 de septiembre de 1910, bajo el mandato del presidente Porfirio Díaz, se inauguró la Universidad Nacional Autónoma de México, cumpliendo un mandato emitido en mayo del mismo año, el cual formalizaba la Ley Constitutiva presentada por Justo Sierra.
Hasta 1929, dicha ley señalaba al Ministro de Instrucción Pública como jefe de la Universidad, y el rector era nombrado por el Presidente de la República. Es en este momento cuando los alumnos comenzaron a organizarse dentro de una Federación, la cual organizó congresos con regularidad. Lo anterior creó una conciencia de grupo entre los alumnos.
Las autoridades universitarias decidieron hacer dos cambios: aumentar un año a la educación preparatoria y cambiar los exámenes profesionales en la Facultad de Derecho, lo cual provocó que los alumnos de dicha facultad se inconformaran e intentaron negociar con las autoridades quienes se negaron a ello. Posteriormente colocaron la bandera rojinegra en la facultad. Dos días después, por órdenes del presidente Emilio Portes Gil, el rector clausuró la facultad. El 9 de mayo, la huelga fue declarada oficialmente.
Sin embargo, tras una serie de eventos y protestas que culminaron en una huelga general, los alumnos fueron agredidos brutalmente por la Policía dentro de las instalaciones de la Escuela de Derecho el día 23 de mayo. Hubo una gran cantidad de heridos de ambas partes y más planteles se unieron a las protestas. A razón de lo sucedido, el doctor José Manuel Puig Casauranc, jefe del entonces Departamento del Distrito Federal, se ofreció como intermediario en las negociaciones ante el presidente.
Días después, el 25 de mayo, Puig Casauranc, envió un memorándum al presidente Emilio Portes Gil, aconsejando la concesión de la autonomía universitaria. Ese día, en los diarios de la época, se publicó:
“A las doce y media horas se retiraron las tropas. A las diecisiete tenía lugar, en la Facultad de Derecho, un mitin. Se homenajeó a los heridos del 23 y se exigió que el 23 de mayo fuera declarado Día del Estudiante y que en la Plaza de Santo Domingo fuera colocada una placa con el texto Plaza 23 de Mayo. El doctor Puig Casauranc se declaró a favor, y placas fueron colocadas… unos días más tarde”.
El 27 de mayo en una marcha que congregó a más de 15 mil alumnos, le hicieron saber al presidente Portes Gil sus demandas, donde se mencionó la Autonomía Universitaria como un anhelo estudiantil. Es así como el 29 de mayo, el presidente Portes Gil concedió la autonomía universitaria. Y les prometió que en los próximos días se aprobaría una ley al respecto, la cual sucedió en junio de ese año.
Finalmente, el 10 de julio de 1929, fue promulgada dicha ley Orgánica, con la que nació la Universidad Nacional de México, Autónoma, que años más tarde se conocería como la UNAM. Fueron los propios alumnos quienes solicitaron que se reconociera el 23 de mayo como el Día del Estudiante, por supuesto, en honor a los heridos en durante la lucha por la autonomía de la Universidad.