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¿Coronavirus y el Nuevo Orden Mundial?

La población ha comenzado a desconfiar de cada suceso que parece no tener lógica pero que seguramente tiene un propósito muy bien trazado.

En la actualidad, las crisis acentuadas por movimientos armados, movimientos sociales y la consecuencia del hartazgo social provocado por las desigualdades, la falta de garantías, de empleos y de oportunidades han llevado a la población a la confusión por no saber si alguna noticia o acontecimiento es real, pues los últimos años hemos sido testigos de la caída de grandes farsas.

Ciertamente nos encontramos en un momento de desconfianza de todo tipo de información oficial y no oficial, del gobierno o los medios de comunicación, de las agencias independientes o de las autoridades y a pesar que parece que no pueden ponerse de acuerdo, la realidad es que en todo aquel aparente caos, existe un orden con un objetivo claro, que es preparar nuestras mentes para una nueva dinámica social. ¿Cuál es ese objetivo? No lo sabemos, pero a continuación te presentamos algunos de los experimentos y teorías sociales de los que podríamos estar siendo presas:

1. Efecto Streissand. 

Toda noticia o idea que requiera ser difundida pero aparentando que nació del colectivo social debe ser propagada a través de los rumores y ser sustentada como suposición a través de los medios de comunicación. Es así como puede generarse una tendencia ideológica partiendo de un simple comentario que el colectivo hará suyo creyendo que nació de sus propias ideas y necesidades, llegando al punto de concretar el objetivo del dirigente o artífice de la manipulación, la masa social creerá que tiene el control de la situación y hará lo imposible por defender la idea que considera suya, incluso matar. 

Se trata de lo que comúnmente conocemos como «chismes» y funciona a través del buen líder quien comienza a llenar de ideas la cabeza de algunos alborotadores que a su vez procuran llevar a cabo lo necesario para conseguir el objetivo de la idea. 

2. Experimentos de Asch / Teoría de la conformidad. 

Ésta teoría nos muestra que el colectivismo social es mera ilusión y lo que aparentemente se puede asociar con un comportamiento arquetípico no es sino una forma de hacer creer a las masas que se encuentran movidos por los sentimientos.

Su funcionamiento es explicable con un sólo efecto: Seguramente has notado en una conferencia que las personas sentadas al frente se ponen de pie primero al finalizar la presentación, seguidas de las personas de la parte media y la trasera, esto se debe a que el individualismo y el miedo a ser excluídos del grupo de las personas les orilla a imitar los comportamientos de aquellos que actúan aparentemente con mas propiedad, así las personas del frente siempre muestran el comportamiento que deben seguir los demás y aquellos que les siguen no son capaces de notar la manipulación.

De esta forma, aquellos carentes de un pensamiento crítico autónomo buscan la aceptación de un grupo a través de la imitación, por ejemplo, se unen a juventudes partidistas y defienden a su grupo como los religiosos a su doctrina, sin contradecir y volviendo dogma el pensamiento de su partido político, sin cuestionar nada.

3. Teoría del buen líder. 

Para romper la barrera que sujeta a los individuos de cometer un acto que les pueda generar culpa o vergüenza se debe contar con un líder natural o artificial quién se encargará de iniciar las primeras acciones y mostrará al colectivo social que no hay nada de que temer. Un ejemplo sencillo son los animadores en las fiestas mexicanas, jóvenes encargados de bailar frente a los invitados para mostrarles que deben unirse a la fiesta sin avergonzarse. Esto lo podemos ver en cualquier colectivo social dedicado a apoyar una causa política, colocando algunos buenos líderes para motivar el apoyo incondicional y ridículo de los jóvenes.

4. Teoría de los salarios de hierro.

Consiste en pagar al colectivo únicamente el salario necesario para vivir, ni un remanente o excedente económico que les permita pensar o analizar otra situación que sus propios problemas, que no pueda cultivarse en demasía, que tenga la necesidad de confiar en sus dioses, amuletos y milagros, que sólo sea capaz de pagar sus deudas y su felicidad radique en seguir modas. Un colectivo culto es un colectivo peligroso, ya lo dijo Fray Jerónimo de Mendieta en su «Historia Indiana»: «Los indios tienen mucha capacidad, pero los instruidos se vuelven menos y dóciles que los ignorantes, entonces cristianícenlos más no los eduquen». 

5. Teoría del shock. 

Crea enemigos pequeños del colectivo, agentes violentos que infundan temor y logren que la masa social implore la ayuda del manipulador, director o líder. Lanza acciones rápidas, constantes y certeras contra el colectivo de tal forma que no puedan reaccionar y permanezcan confundidos, asustados y lleguen a un estado de resignación. Mezcla agentes infiltrados en cada movimiento separatista, independentista, autónomo e insurgente que sean capaces de desarticularlos, de pervertirlos y disolverlos.

6. Control del miedo. 

Quien controla el miedo tiene el poder. Infunde a través de la religión, películas, novelas, series, artículos científicos, la constante idea de un temor fundado en lo incierto y lo futuro de la vida de los individuos, que aprendan a vivir en incertidumbre y sean incapaces de reacciones violentas hacia el manipulador, genera y fomenta en el colectivo apegos materiales, amorosos y sentimientos apatridas, que no cruce por su mente el arriesgar su trabajo, bienes o seres queridos. Oríllalos a aceptar su realidad con la esperanza de una recompensa después de la muerte.

7. Influencers.

Premia con los lujos del consumismo a aquellos que sean del agrado del colectivo, es preciso patrocinar a quienes tengan gran influencia en la sociedad, preferible contar con ellos como aliados y siervos para propagar ideas a tener que lidiar con las subversiones que pudieran provocar.

Fuente: Tuul.tv