El sexo bajo el efecto de las drogas es algo bastante normal entre muchas personas, sobre todo en esta época sobre estimulada.
La necesidad de sentir placer alterado se ha convertido en algo rutinario entre algunas parejas, pero son más las que no conocen lo que sucede. Eso, aunado a la falta de estudios publicados sobre el tema, llevaron a Matthew Johnson a realizar ensayos clínicos sobre el efecto de los narcóticos en la conducta humana, y a Mark Hay de Vice, a entrevistar a distintas personas para saber lo que significa tener sexo bajo la influencia de algunas drogas. Estos son algunos de sus resultados.
Alcohol.
Según la Universidad de Illinois, más de la mitad de la población joven de Estados Unidos mantiene relaciones sexuales intoxicada con alcohol. Estas bebidas no hacen que el sexo sea más placentero, simplemente bajan las inhibiciones, lo cual permite una cierta liberación que lleva a la gente a ser más abierta en cuanto al sexo. El lubricante social es responsable de muchas decisiones que la gente cuestiona al día siguiente y según Johnson hace más fácil proponer una práctica sexual que normalmente no se haría a una persona que no conoces tanto.
El alcohol es muy engañoso y mientras algunos lo prefieren porque los ayuda a evitar la eyaculación precoz, otros pueden sufrir impotencia. Las mujeres por otra parte pueden tener muchos más problemas para tener un orgasmo, además el alcohol es deshidratante, por lo que puede generar resequedad vaginal que puede hacer el sexo más doloroso.
Marihuana.
La marihuana es la droga favorita de muchos, y a pesar de la paranoia que puede causar, la mayoría afirma que el sexo es mejor bajo los efectos de la droga que tiene mil nombres. Algunos hombres dicen estar más al pendiente de su pareja durante el sexo y mucha gente afirma que es mucho más placentero y también que así el sexo dura más. En su artículo, Mark dice que “los cannabonoides modulan la sensibilidad de la amígdala ante los estímulos y la amígdala tiene mucho que ver con las sensaciones fuertes en especial las sexuales”.
Cocaína.
El sexo y la cocaína es algo que muchos conocen por la televisión o testimonios. Según Mark Hay, muchas amas de casa en Estados Unidos la usan para mantener relaciones después de un día de hacer tareas y cuidar niños. El mito de que el sexo es mucho más placentero y salvaje es cierto. La cocaína actúa de forma que la gente siente confianza y energía, por lo que el sexo puede ser maratónico, pero las rozaduras y sobre todo las malas decisiones ocasionadas por esa urgencia de tener sexo puede resultar en embarazos no deseados o alguna ETS. Y aunque el mito de que el sexo es bueno sí es cierto, también el de que puede causar disfunción eréctil, como algunos le dicen en inglés: Coke dick.
MDMA.
El éxtasis ha sido considerado una de las drogas más felices del mundo. De pronto las texturas son mucho más placenteras lo que ocasiona que el sexo sea mucho mejor. Esa conexión mística y trascendental que alguien puede sentir con la persona con la que tiene sexo mientras consume éxtasis es muy probable que no exista, que sea una simple ilusión a causa de la euforia y sentimientos de empatía que genera la droga.
Mucha gente también experimenta gran placer pero pierde la capacidad para mantener una erección, porque incluso hace que se pierda el apetito sexual. De hecho se cree que todo el que consume MDMA y tiene grandes relaciones sexuales, en realidad consumió MDMA mezclado con otra droga, lo cual puede ser muy peligroso.
Alucinógenos.
Tal como lo relata la experiencia de arriba, el LSD puede provocar grandes emociones, pero también hacer que la mente divague y el sexo no sea lo más importante en ese momento. Drogas como el DMT, la ketamina o el peyote son muy fuertes y las reacciones siempre dependen de la gente, de su entorno físico y su situación sentimental en el momento. Incluso se cree que el DMT puede ser tan fuerte que te puede paralizar y evitar que tengas sexo.
En general los alucinógenos, cuando funcionan de forma esperada, se convierten en una herramienta perfecta para sacar la verdadera personalidad de quien la consume, lo cual hace al sexo algo mucho más íntimo y metafísico que el simple acto sexual.
Nitritos.
Los famosos “poppers” despiertan el apetito sexual de forma primitiva y descomunal. Quizás el sexo no sea tan duradero pero el poco tiempo que dura lo hace bastante estimulante. Los nitritos de amilo funcionan como vasodilatadores, por lo que relajan los vasos sanguíneos y por lo tanto también relajan tejidos blandos como el ano y el esfínter, por lo que es algo muy usado por quienes gustan del sexo anal.
El problema llega cuando al convertirte en una bestia salvaje también hace que los tejidos blandos sean demasiado frágiles y pueda causar hemorragias, desgarres y aumentar la posibilidad de contraer alguna ETS.
Fuente: Culturacolectiva.com