Este Pueblo Mágico ofrece un inigualable ambiente de relajación, así como una magnífica vista al lago donde se puede practicar veleo, kayak y esquí.
Valle de Bravo, al suroeste del Estado de México, es el destino de fin de semana preferido de muchos capitalinos y toluqueños. Ubicado junto a un gran lago artificial, este poblado de casas de adobe con tejas rojas y calles empedradas tiene una amplia oferta de hoteles, artesanías, campos de golf, restaurantes y emocionantes deportes acuáticos y extremos, como vuelo en parapente y ala delta. Su clima es templado todo el año y está rodeado de hermosos paisajes boscosos que son el refugio invernal de la mariposa monarca.
En Valle de Bravo pueden conseguirse artesanías de muy buena calidad y de muchos materiales, por ejemplo artesanías de madera, telas de lana con bordados, barro café, cerámica de alta temperatura, trabajos en piel y loza de barro vidriado. Adquiérelos en el Mercado de Artesanías (Avenida Juárez) y en la calle Pagaza.
El lago es el principal atractivo de Valle y está formado por el embalse de la Presa Miguel Alemán construida en 1955. Un paseo por este cuerpo de agua es imprescindible. Aquí también es posible practicar kayak, esquí, veleo y otros deportes acuáticos. En los alrededores hay embarcaderos y clubes náuticos donde pueden rentarse lanchas, canoas y motos de agua.
No dejes de visitar la Plaza Principal que sorprende por la bella armonía de las construcciones circundantes como la Parroquia de San Francisco de Asís con su campanario del siglo XVI y sus columnas de cantera decoradas; y el Jardín Central coronado por un quiosco que presenta columnas de madera e invita a sentarse en una de las bancas mientras se disfruta de una nieve tradicional.
Además en el barrio de Santa María Ahuacatlán, podrás ver el Cristo Negro de la Capilla de Santa María; así como “el Pino”, un ahuehuete de más de 700 años que habita en la calle de Joaquín Arcadio Pagaza. Finalmente visita el Museo Arqueológico que alberga hallazgos de la zona y exhibe obras plásticas de varios artistas, la Casa de la Cultura y la Casa Gironella, con obras de este famoso pintor.
Es posible ascender al mirador de Monte Alto o el Divisadero para contemplar el lago desde las alturas. Aquí tendrás una vista general de Valle de Bravo. Asimismo, los cerros que rodean a este Pueblo Mágico son ideales para realizar deportes extremos como vuelo en parapente o ala delta sobre el lago.