Únicamente el 1% del agua dulce es de fácil acceso y representa sólo el 0,025% del agua total del planeta.
Cada día mueren alrededor de cuatro mil niños a raíz de enfermedades provocadas por la falta de agua potable. Parte de la solución a este problema tan grave está en nuestras manos, es necesario que evitemos el derroche de agua y tomemos conciencia de la huella hídrica de los productos que consumimos. De esta manera, estaremos contribuyendo cuidar nuestro recurso más preciado.
1. Cuando te bañas, toma duchas cortas. Una ducha de 5 minutos consume 30 litros de agua, mientras que, un baño de inmersión consume 300 litros.
2. No dejes llaves goteando. Una fuga que gotea desperdicia entre 100 y 500 litros de agua al mes.
3. Cierra la llave cuando te cepillas los dientes. Ahorrarás entre 4 y 10 litros de agua cada vez.
4. Cierra la llave mientras te afeitas. Para limpiar la maquina de afeitar puedes usar un vaso con agua o ponerle el tapón al lavabo y llenarlo con una cantidad moderada de agua.
5. Utilizando cabezales de ducha de bajo consumo, llaves monomando y reductores de caudal en los grifos ahorrarás hasta un 50% del consumo de agua.
6. Reutiliza las toallas la mayor cantidad de veces posible. Cuando terminas de usarla, extiéndela al aire libre y preferentemente al sol, para que se seque y evitar el olor a humedad. Ponla a lavar sólo cuando realmente sea necesario.
7. Reduce el agua desechada por el inodoro. En una obra nueva instala inodoros con mecanismos de doble descarga (3 y 6 lts.). Si no tienes doble descarga, un truco casero es colocar una botella de plástico llena de agua dentro del depósito del inodoro. De esta forma ahorras el equivalente a la capacidad de la botella cada vez que se presiona el botón del inodoro, generando un ahorro de más de mil lts. al año.
8. No uses el inodoro como basurero, coloca una papelera en el baño. Ahorrarás de seis a doce litros cada vez.
9. En obra nueva, coloca cañerías eficientes del tipo termofusión. Evita la perdida de agua y calor.
10. Un sistema de recuperación de aguas grises permite captar el agua utilizada en bañaderas y lavados, pudiendo recuperar hasta un 50% del consumo diario de agua. Luego puedes reutilizar la misma para riego del jardín, limpieza de los inodoros y cualquier otro uso que no requiera de agua potable.
11. Si vives en una casa sin red de drenaje, en lugar de una fosa séptica, puedes colocar un tanque biodigestor. Podrás tratar localmente el agua y reutilizarla para regar de manera subterránea el cerco del jardín sin contaminar.
12. Si lavas los platos a mano, mantén la llave cerrada mientras los enjabonas.
13. Al contrario de lo que muchos creen, el lavavajillas ahorra agua y energía. Lavar a mano con agua caliente puede resultar hasta un 60% más caro que hacerlo con un lavaplatos moderno a plena carga. Si necesitas enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas, utiliza agua fría.
14. Si necesitas lavar los platos cuando el lavavajillas está a media carga, usa los programas cortos, económicos o de baja temperatura.
15. Si vas a comprar un lavavajillas, fíjate que sea de bajo consumo de agua y electricidad. Elige aquellos con etiqueta de eficiencia energética clase A.
16. Reutiliza el aceite de la cocina usando un filtro de café. Cuando tengas que tirarlo júntalo en una botella y llévalo a un punto de reciclado. El mismo puede reutilizarse para la producción de biocombustibles, jabones, abono orgánico, lubricante o para la creación de velas, pinturas o barnices. Nunca tires el aceite usado por el fregadero de la cocina. Un litro de aceite contamina mil litros de agua. Si no puedes llevar el aceite a un punto de reciclado, colócalo en una botella de plástico y tíralo a la basura.
17. Evita tomar agua embotellada. La extracción y transporte de la misma desde la fuente de origen hasta tu hogar genera una huella de carbono muy importante. Usa filtros de carbón activado o de ósmosis inversa y lleva tu botella o contenedor reutilizable siempre contigo.
18. No fumes, cuida tu salud. Si fumas no tires el cigarrillo a la calle o en el inodoro.
19. Elige alimentos orgánicos, son producidos evitando el uso de agroquímicos.
20. Usa elementos de limpieza amigables con el medio ambiente. Elige los más simples, cuyos componentes se obtengan de manera local o bajo esquemas de comercio justo. Por ejemplo los jabones de glicerina son muy buenos para la piel y el medio ambiente, y su materia prima principal es un producto secundario de la industrialización de la soja.
21. Si vas a comprar un lavarropas, fíjate que sea de bajo consumo eléctrico y de agua. Elige aquellos con etiqueta de eficiencia energética clase A.
22. Utiliza al máximo la capacidad de tu lavarropas. Reducirás el consumo de agua, detergente y energía. Además, alargarás la vida del electrodoméstico.
23. Para reducir la necesidad de riego utiliza variedades de pasto acordes a tu clima.
24. Riega de noche o al amanecer. Si riegas al mediodía el 30% del agua que usas se evapora y además las hojas mojadas se queman con el sol.
25. Coloca un sensor de lluvia para evitar el derroche de agua y anegamiento del jardín.
26. Utiliza riego por goteo o por aspersión.
27. Evita el uso de fertilizantes químicos y desmalezadores. No sólo contaminan el agua sino que tienen consecuencias negativas para la salud. Como fertilizante utiliza tu propio compost. Para desmalezar, puedes utilizar una mezcla de vinagre y agua.
28. Salvo que seas un clavadista profesional, opta por una piscina de profundidad no mayor a 1,70 mts. De esta manera estarás ahorrando agua, productos de limpieza y energía para filtrar y climatizar la misma.
29. Mantén el agua de la piscina limpia durante todo el año. Reducirás el consumo de agua y energía.
30. Recupera el agua de lluvia y utilízala para regar el jardín y la huerta. Además de ahorrar agua potable, el agua de lluvia contiene altas concentraciones de nitrógeno que permiten un mejor desarrollo de las plantas. Puedes implementar un sistema integral de recolección de aguas, interconectando las bajadas pluviales a tanques plásticos modulares enterrados en el jardín o tu mismo puedes armar un sistema casero utilizando un tanque de 200 litros. Deberás colocar el mismo sobre ladrillos, a un lado de la bajada pluvial, instalar una derivación para llevar el agua de lluvia sobre el tanque en cuestión. En la parte superior coloca un tejido de mosquitero para separar hojas y evitar la reproducción de los mosquitos. Finalmente en la parte inferior coloca una llave y conecta una manguera para regar el jardín.
31. Al lavar el auto usa balde y esponja. Preferentemente usa aguas de lluvia o aguas grises recuperadas. Nunca dejes la manguera abierta.
Fuente: Labioguia.com