La mayoría utilizamos las redes sociales para quejarnos de ciertas situaciones o circunstancias, como el precio del dólar, pero ¿esto sirve de algo?
Ya sea que ocurra algún suceso dramático, alegre, político, de salud o social, la gran mayoría de la gente que tiene cuentas en Redes Sociales se suma a los movimientos que se generan en ellas. Algunos solamente se quejan, pero otros sí van más allá. Es el famoso “Slactivism vs. Activism”. Pero ya sea que seas activista o no, ¿sirven de algo las quejas? ¿las opiniones? ¿Qué están logrando las masas, si es que logran algo, al usar las Redes Sociales como medio de cambio político y social? Aquí está lo bueno, lo malo, y cómo involucrarte de forma exitosa.
#ACTIVISM.
Nuestra era de activismo depende en gran medida de las acciones similares al filtro que creó Facebook para que todos vistieran su foto de perfil del orgullo gay, en esos días que todos subieron sus fotos con los colores del arcoiris, de veras que el amor estuvo en el aire. Los likes, shares y hashtags se usan en combinación con los cambios en las fotos de perfil para reforzar los esfuerzos a través de distintos canales y así difundir el conocimiento o correr la voz.
Ayuda para introducir a los usuarios a un tema del que tal vez nunca antes habían escuchado, y no solamente les abre los ojos, sino que muchas veces a algunos hasta les inspira a hacer algo al respecto, basta recordar lo que ocurrió a finales del año pasado: todas las marchas masivas que hubo de corte político, cuando queríamos sacar a nuestro querido presidente del poder.
Quién sabe qué nueva causa motivará a alguien a buscar mayor participación. Por ejemplo, ¿qué tanto sabes de la esclerosis lateral amiotrófica? ¿Qué tal el tan controversial Ice Bucket Challenge? El desafío consistió en donar a la causa, retar a alguien a echarse encima una cubeta con agua helada y hielo, o tú mismo hacerlo y después retar a alguien, todo esto pasó en el verano del 2014, hubo mucha controversia al respecto, pues se desperdició mucho agua en tal reto… pero en tan sólo un mes la causa recaudó la estratosférica cantidad de 98,2 millones de dólares para la esclerosis lateral amiotrófica, dinero que servirá para años de presupuesto en investigación para la cura de una enfermedad verdaderamente espantosa.
Aparte de las donaciones monetarias, el hashtag #Activism también sirve para unirnos mundialmente a causas buenas. A mejorar nuestra sociedad.
#SLACKTIVISM.
Un verdadero peligro del hashtag #Activism es que los usuarios muchas veces malinterpretan sus acciones online, piensan que es suficiente para promover el cambio. Mientras que esto puede pasar en cualquier movimiento, especialmente en aquellos que creen que el problema se reduce y se resuelve con un simple signo de gato acompañado de unas palabras. El abrir los ojos ante ciertas cuestiones puede crear poder, sí, pero necesita haber algo que te lleve de estar consciente de la situación a hacer algo al respecto.
Un gran ejemplo es la campaña #Kony2012, la cual iba dirigida a capturar al criminal de guerra ugandés Joseph Kony. Entre otros factores, una razón por la que la campaña falló fue porque llevaron un tema de inmesurable profundidad y lo redujeron a un simple video. Los complejos temas políticos y socioeconómicos de Uganda y la historia que rodea a este país quedaron indecibles, dejando convencidos a los participantes de esta campaña que para ponerle un alto a Kony vía Facebook era suficiente para generar un cambio.
¿DEBERÍAS INVOLUCRARTE MÁS A FONDO EN CAMPAÑAS QUE PROMUEVEN EL CAMBIO?
Si te encuentras una causa que te importe, ¡claro que sí!. Las campañas tienen el poder de crear, identificar y unir a millones de personas que apoyan muchas causas alrededor del mundo, de los cuales puede realmente haber cambios. Si estás pensando en crear tu propia campaña de cambio o unirte a alguna que ya esté andando, ten en cuenta los siguientes puntos para evitar a toda costa el espantoso slacktivism.
- Mantén la acción simple, sin simplificar la idea detrás de ella, el filtro de Facebook del orgullo gay sólo tomó un click. El Ice Bucket Challenge tuvo dos opciones: donar o mojarte.
- Crea una campaña fácil de hacer, pero sé claro de por qué la gente lo está haciendo.
- Conéctate con campañas de la vida real, proporciona recursos a la gente que quiera hacer más, ya sea a través de una donación, petición o protesta.
- Comprende tus limitaciones. Sé humilde, el compartir un post no es lo mismo que participar activamente en una marcha, siéntete orgulloso de tu aportación, pero también de la de los demás.
El cambio es posible, y el ejemplo fue un reto que recaudó millones de dólares, pero nos tenemos que involucrar activamente y con todo el corazón.