México es lugar de descanso, abastecimiento y refugio para millones de aves que transitan de norte a sur de América, un ejemplo es el Lago de Texcoco.
Además de su belleza, ya sea por su canto o por el color de su plumaje, las aves también son el símbolo de la interconexión que existe entre los diversos ecosistemas del planeta. De ahí la importancia de su protección y la conservación de las áreas donde viven, ya que su presencia nos revelan la salud ecológica del planeta y los daños que podríamos estar causando con nuestras actividades.
La organización del Día Mundial de las Aves ha destacado que la conectividad es esencial para las especies migratorias, e importante para una amplia variedad de funciones ecológicas, debido a que “describe el movimiento natural y necesario de las especies y el flujo de procesos naturales que sostiene la vida en la tierra”.
En ese sentido, cualquier cambio que se pueda presentar en los diversos ecosistemas por los que atraviesan las aves se traduce en una variación de condiciones que hacen que éstas modifiquen sus conductas de migración, y en ocasiones con un efecto devastador en sus posibilidades de supervivencia.
Estos cambios pueden ser generados por las variaciones del tiempo debido al cambio climático, como por las actividades humanas y que por lo general provocan el envenenamiento de las aves, su colisión con objetos artificiales, su desorientación y su muerte al no contar con un refugio en donde descansar, alimentarse o reproducirse.
El Lago Texcoco es un humedal de 10 mil hectáreas manejado federalmente en el Estado de México, dicho sitio alberga bastante más de 60 mil aves playeras por año, la más abundante es el Phalaropus tricolor. Este sitio es además reconocido nacionalmente como Área de Importancia para la Conservación de Aves (AICA).
La zona recibe anualmente en promedio 150 mil aves migratorias que viajan a través de la Ruta Migratoria del Centro. A la fecha, han sido identificadas 182 especies de aves, de las cuales 30 corresponden al grupo de aves playeras; siendo éste, un sitio clave de reproducción, invernación, alimentación y descanso de diversas especies de aves playeras.
A pesar de su condición actual, sus características ecológicas y sociales, y su ubicación tan cercana con la Ciudad de México, los humedales del Lago de Texcoco son utilizados como un área clave para la distribución de las aves playeras y de un número importante de otras especies de aves acuáticas migratorias y residentes.