Hoy en día es difícil que una banda independiente retenga un status por más de 20 años, es el caso de La Gusana Ciega.
Como parte de la gira de conciertos de Circuito Indio, se presentó la banda mexicana La Gusana Ciega en el foro de conciertos Doppler Bar en Texcoco, quienes interpretaron sus más grandes éxitos y emocionaron al público asistente.
La Gusana Ciega surge de los vestigios del “new wave” a finales de los ochenta, como un trío de adolescentes en busca de un sonido personal. A lo largo de los años se ha convertido en un grupo de culto cuyos fans viven las canciones como el soundtrack de su vida, la experiencia de La Gusana Ciega en vivo es de principio a fin un coctel de emociones profundas e intensas.
Parece mentira que hayan pasado ya 20 años desde que “Las manos de María la loca” sacudiera las conciencias de los jóvenes rockeros, que canciones como “Celofán” o “Tornasol” lleven más de quince años siendo cantadas. Aunque todos recordamos que La Gusana Ciega hizo un alto en su carrera allá por 2002, cuando estaban en la cúspide, lo cierto es que su ausencia fue más bien breve y les permitió regresar con muchísimo más poder y con la misma magia de hace 20 años, demostrando ser una banda transgeneracional con instinto nato a evolucionar.