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La texcocana Elisa Carrillo debutó con “Bolero” en el cierre de Danzatlán 2022

Bolero fue la pieza final de la Gala “Elisa y amigos” y cuya última función cerró el festival la noche del 1 de agosto en el CCMB de Texcoco.

La quinta edición del Festival Internacional de la Danza, Danzatlán, culminó la noche del 1 de agosto con la Gala “Elisa y Amigos”, en la que Elisa Carrillo debutó como la primera mexicana en bailar el papel principal de Bolero -obra maestra del coreógrafo francés Maurice Béjart- y con la presentación de medio centenar de bailarines en escena.

El festival es una coproducción entre el gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Cultura y Turismo, y la fundación de la primera bailarina mexiquense. En 2022 incluyó 21 actividades, como clases magistrales, talleres, funciones, estrenos y charlas, más un ciclo de cine, que tuvieron lugar en el Estado de México, principalmente, y en la capital mexicana.

La premier de Bolero tuvo lugar en Bruselas en enero de 1961 y está inspirada en la música de Maurice Ravel. Esta pieza de 16 minutos, llena de sensualidad, fue interpretada al final del programa por Carrillo, quien danzó sobre una mesa, rodeada por 40 bailarines hombres, procedentes de distintos puntos del país y seleccionados mediante audiciones.

El programa estuvo compuesto, además de Bolero, por una decena de coreografías: Sonata, de Uwe Scholz; Faun(e), de David Dawson; Romeo y Julieta, de Mikhail Lavrovsky; Borealia, de Edwaard Liang; “El cisne negro” (pas de deux), de Marius Petipa; All Long Dem Day, de Marco Goecke; Snow Storm, de Yuri Possokhov; These arms, de Nicholas Palmquist; La muerte del cisne, de Mikhail Fokine, y Don Quijote, “Pas de deux”, de Petipa.

Tras obtener los derechos de Bolero, la primera bailarina del Staatsballett Berlin tuvo que viajar, en diversas ocasiones, a Lausana (Suiza), sede de la Fundación Maurice Béjart. En ese país europeo, Carrillo trabajó directamente en la coreografía, de la mano del director artístico del Béjart Ballet Lausanne, Gil Román, y con su asistente artística, Elisabet Ros.

En México supervisó el montaje Piotr Nardelli, ex asistente coreográfico del propio Béjart, repositor de sus obras a nivel mundial y ballet master de Bolero, quien en cada ensayo dio instrucciones precisas a los bailarines para irse integrando a la danza, a medida que se suman más instrumentos musicales.