Se celebra para realzar un fascinante y bonito fenómeno natural, que ocurre cuando los rayos solares atraviesan las gotas de la lluvia.
Los arcoíris son fenómenos ópticos y meteorológicos que resultan de la descomposición de la luz solar debido a la refracción. Debido a esto, es normal observar en el cielo un halo de luz con forma de arco y con vistosos colores. Es todo un espectáculo que, por lo general, puede ser apreciado en todos los países del mundo y que provoca verdadera fascinación en el espectador.
Este es un fenómeno bastante común que puede divisarse en el cielo cuando cae la lluvia, pero que necesita la presencia del sol, sin embargo, existen algunos datos curiosos de este inusual y llamativo espectáculo que quizás desconozcas y que podrás descubrir a continuación:
- El arcoíris tiene más colores de lo que el ojo humano es capaz de ver: Según los estudiosos del tema, el arcoíris está compuesto de nueve colores, un espectro que va desde el rojo hasta el violeta, aunque la realidad es que existen en su interior una amplia gama y que a simple vista no se puede apreciar.
- No se puede medir el principio ni el fin de un arcoíris: Resulta imposible calcular el ángulo o tamaño de un arcoíris, ya que esto depende en gran medida del lugar donde se encuentre la persona que observa este fenómeno.
- El arcoíris, no aparece en el cielo en horas del mediodía: Para que se manifieste este fenómeno, es necesario que se den algunas condiciones como que exista la presencia de luz solar y que el día sea lluvioso, además, que el astro rey esté ubicado a menos de 42 grados por encima del horizonte.
- El arcoíris puede ser visible durante la noche: Aunque parezca sorprendente, la presencia de un arcoíris en el cielo nocturno no es un fenómeno descabellado, todo lo contrario, los seres humanos pueden disfrutar de un fabuloso espectáculo de luces y color con plena luna llena sí los rayos solares chocan con las gotas de lluvia, entonces se podrá ver un arcoíris.
El prisma de Isaac Newton.
Gracias a los experimentos llevados a cabo por Isaac Newton, la humanidad puede entender hoy cómo se producen los arcoíris. A través de un arduo trabajo, el científico pudo explicar que todo es producto de la descomposición de la luz.
Esto lo descubrió estando en un lugar totalmente a oscuras donde la luz del sol sólo entraba a través de un pequeño agujero y con la ayuda de un prisma triangular de cristal, pudo observar que se podía ver en una de las paredes del recinto un espectro multicolor. Con su gran porte e ingenio, el hombre actual tiene una mayor compresión de esta maravilla natural.