Los usuarios de marihuana están constantemente expuestos a la represión de sus derechos por parte de la autoridad.
En México el consumo no es ilegal, pero todo lo relativo a ello sí. Esto incluye: el cultivo, la compra, la preparación, la posesión y el consumo en vía pública. Eso significa que en algún momento debemos recurrir a la ilegalidad. Para salir lo mejor librados de los desencuentros con la policía te damos algunos consejos:
“Soy un consumidor, no un delincuente”. En primer lugar, debes reconocer ante la autoridad que eres un consumidor de cannabis, no un criminal. En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que el uso personal de la marihuana es un derecho, pues contribuye al libre desarrollo de nuestra personalidad. Recuerda que ya hay un grupo de personas que tienen la autorización de cultivar, transportar y consumir marihuana en el país. Y que, bajo el principio de equidad, todos gozamos de esos derechos.
Dialogar, no debatir. Es crucial la actitud con la que encares al oficial. Esto puede llegar a ser complicado, pues todos los factores incitan a la confrontación. Puede que el policía trate de intimidarte o provocarte. Y él o ella no está obligada a conocer de derecho, pero tú como consumidor sí. Muéstrale que estás informado, y dale a entender que estás ejerciendo tus derechos, sin sonar arrogante o prepotente.
No cargues más de 5 gramos. En la Ley General de Salud se establece que la posesión de hasta 5 gramos de marihuana es considerada para uso personal. Si te encuentras con esta cantidad o menos, tendrás este argumento a tu favor. El artículo específico es el 479.
Sin embargo, si te ves en el infortunio de cargar con más de 5 gramos, aún es posible acreditar que es para tu consumo personal, y no con fines de narcomenudeo. En este caso, ya no será considerado una falta administrativa, por lo que serás llevado al Ministerio Público, donde será llevada a cabo una investigación. Es en este punto donde, en primer lugar, podrás comprobar que tiene un “modo honesto de vivir”, y que no te dedicas a la venta de drogas.
También menciona que la Ley te orilla a recurrir al mercado negro. Esto porque la pena por cultivar tu propia planta es mayor a la de comprar la sustancia. Y, derivado del hecho que con la cantidad establecida no se satisface tu consumo, te ves vulnerado y orillado a la ilegalidad.
Los concentrados. Si te encuentran en posesión de algún concentrado, es posible que el oficial no distinga que se trata de una sustancia ilegal. Puedes confesar y defender tu derecho, o limitarte a decir que es «cera».
Consumo en vía pública. No aconsejamos consumir en la vía pública, pero si te sorprenden haciéndolo, te conviene saber que debe ser considerado una mera falta administrativa. Similar a como ocurre con el alcohol, deben llevarte al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social o «Torito» y ser procesado por «daños a la moral». Entonces, es deber del Juez Conciliador valorar si necesita retenerte hasta que «se te baje» o que pagues lo relativo a la falta.
Fuente: Ladosis.org