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Las misteriosas estrellas que guiaron a las culturas antiguas de todo el mundo

En la antigüedad las estrellas guiaban a las sociedades, iluminaban el cielo y trataron de explicar su constante aparición y viaje en el cielo.

Les contaban historias sobre héroes y leyendas dramáticas. El mundo entero veía las mismas estrellas y éstas les ofrecieron ilusiones en qué creer, magia que se repetía gracias al ciclo constante del cosmos. Entre todos los misterios del cielo, un conjunto principal fue el relevante alrededor del globo en civilizaciones que van desde la griega y la nórdica, hasta la azteca y los pueblos nativos americanos: las Pléyades.

¿Qué son las Pléyades?

Las Pléyades es un cúmulo estelar abierto, es decir, un grupo creado a partir de una misma nube de moléculas que están unidas por fuerzas gravitacionales. Se encuentra en la constelación de Tauro y su cercanía con la Tierra fue lo que hizo que los antiguos habitantes tuviesen la oportunidad de verlas sin necesidad de un telescopio. Desde nuestro planeta en una noche despejada se reconocen siete elementos resplandecientes de color azul claro. A partir de ese hecho, desarrollaron su segundo nombre: las Siete Hermanas y durante siglos le dieron un significado a la vida e ideas de las personas de este planeta.

Antigua Grecia.

En la cuna de la civilización occidental, la mitología fue creada a partir de la observación e interpretación de las estrellas. Las Pléyades fueron vistas como las siete hijas del titán Atlas y la ninfa Pléyone. Fueron las maestras y niñeras de Dionisio y se especula que no nacieron a partir de la observación, sino que su aparición en el cielo motivó a los griegos a inventar una historia para esos elementos. El mito dice que, cuando Atlas cargaba el mundo en sus hombros, Orión estaba tras las hermanas, así que Zeus las transformó en estrellas. Por ese motivo la constelación de Orión parece estar en eterna persecución. Otro papel relevante de las estrellas es que fue señalado y usado en el calendario agricultural de Grecia ya que eran estrellas invernales que ayudaban a mirar el cambio de estaciones.

Aztecas y Mayas.

El calendario azteca y el maya fueron creados a partir de la observación del conjunto Pléyades. Ellos las llamaban Tianquitzli que significa «mercado» y los ciclos que usaban duraban 52 años, tiempo que tarda en entrar en conjunción con la posición de la Tierra. Los habitantes de la antigua América observaban constantemente el cúmulo, pues creían que si en algún momento no funcionaba de la misma forma, el mundo llegaría a su fin. Basaron su agricultura y tradiciones observándolas a lo largo de su historia.

Medio Oriente y Norte de África. 

La Biblia y la literatura Islámica incluyen menciones de las Pléyades, pero sólo las utilizan como parte metafórica de sus narrativas. En Turquía nació una leyenda sobre una emboscada militar. Su papel no es tan relevante en estas zonas, sin embargo, en el Norte de África los nativos Tuareg, que son de las pocas civilizaciones antiguas que continúan vivas, son conocidas como Cat iheḍ y cada vez que desaparece en el cielo de Oeste significa que comienza la época de calor, cuando se alza por el Este, es época invernal. La usan como calendario para sus actividades de agricultura, como en las antiguas sociedades.

Resto del mundo. 

En el resto del mundo existen múltiples historias que explican el lugar de este cúmulo en las estrellas. Algunas culturas como las nórdicas y las ucranianas la ven como una gallina o un conjunto de ellas, posiblemente debido a la posición en la que la miraban. Otras, como las nativas americanas o las asiáticas creaban historias sobre siete hermanas o entes diferentes. Algunos son cuentos tradicionales y otros se convirtieron en parte importante de la mitología de cada uno de esos lugares. La luz de su estructura cósmica marcó para siempre a la humanidad.

Para los antiguos habitantes de la tierra, la aparición de las estrellas no tenía un significado claro, así que se lo atribuyeron. Sin necesidad de sistemas complejos, se adaptaron al espacio que lo rodeaba y vivieron sus vidas de acuerdo a lo que dictaba el firmamento. Actualmente las vemos con menos interés, ya que se sabe que las historias son falsas y esas extrañas figuras brillantes en el cielo no son más que luz y distintos átomos en el espacio.

Fuente: Culturacolectiva.com