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¿HAS COMIDO PAN CON MOHO?

¿Alguna vez tu mamá cortó el pedazo con moho de tu pan o fruta y dijo que aún servía? Te tenemos la triste respuesta.

Hay más acerca del moho que ese verde parche peludo en la superficie de tu pan, o esos puntos parecidos al terciopelo que se encuentran en las frutas viejas. Resulta que los coloridos parches visibles al ojo son las esporas (diminutas partículas) que dan color al moho. El resto, sus ramificaciones y raíces, son difíciles de observar y en ocasiones están enterradas dentro de nuestra comida.

No importa cuanto moho retires de la comida, debido a que las coloridas esporas en la superficie de tu comida son sólo parte del moho, eliminar o cortar esa parte de tu pan no te salvará de comer un bocado de hongos. De acuerdo con Nadine Shaw, especialista del Departamento de Agricultura de E.U.A., la mayoría de los mohos son inofensivos pero algunos resultan peligrosos.

Pueden contener micotoxinas, que son sustancias venenosas que pueden causar reacciones alérgicas o problemas respiratorios. Una en particular, llamada aflatoxina–micotoxinas producidas en pequeñas concentraciones por hongos del género Aspergillus, es conocida por causar cáncer.

La especialista explicó que las micotoxinas se encuentran principalmente en mohos que crecen en los granos y las nueces, pero también se pueden encontrar en el jugo de uva, apio, manzanas y otros productos. Las notorias aflatoxinas son más prevalentes en los cultivos de maíz y cacahuates.

Para evitar que el moho invada tu comida te recomendamos:

  • Cubrirla para evitar esporas de moho del aire.
  • Utilizar contenedores cubiertos de alimentos perecederos y refrigerarlos apropiadamente.
  • Consumir las sobras de tus alimentos en un periodo máximo de cuatro días.