Pensabas que algunas de estas cosas te ayudaban a delgazar y resulta que consiguen precisamente lo contrario.
Muchos ya han puesto en funcionamiento la dieta post verano. Aunque se acerca el invierno y la ropa de abrigo puede disimular esos kilos de más, muchos prefieren cortar por lo sano y recuperar la figura de antes de las vacaciones. Lo que no imaginan es que muchos de sus hábitos están consiguiendo un efecto totalmente contrario al que desean.
A continuación haremos una selección de costumbres que tenemos en nuestro día a día que, lejos de hacernos adelgazar, pueden conllevar un aumento de peso.
1. Comer de noche: Comer demasiado tarde por las noches puede afectar tu digestión, procura comer dos horas antes de dormir.
2. Demasiada azúcar: Elimina ese hábito de comer algo azucarado en todas tus meriendas, prueba mejor con fruta.
3. No dormir: Si no duermes lo suficiente, el balance de las hormonas que producen el apetito se ve afectado y te sientes más hambriento durante el día.
4. No hacer ejercicio: Sube las escaleras en vez de tomar el elevador o aprovecha un momento de tu hora de comida para caminar.
5. Comer en platos grandes: Procura utilizar platos pequeños para que al mismo tiempo reduzcas tus porciones.
6. Estar estresado: El estrés genera en nuestro cuerpo malestar general, los alimentos más calóricos como aquellos que concentran mayor cantidad de azúcar son los que brindan placer, nuestro cuerpo tenderá a consumir si se siente estresado.