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Obesidad y pobreza: las consecuencias que dejará el coronavirus en la niñez mexicana

Los menores se enfrentarán a la vulnerabilidad alimentaria que tendrá el país.

La infancia en México enfrentará graves consecuencias tras la pandemia del COVID-19, principalmente una mayor desnutrición, obesidad y recrudecimiento de la pobreza, derivado de la crisis económica que afectará al país, alertaron representantes de varias organizaciones.

«Siempre es la infancia la que se ve más afectada después de una crisis y además uno de los problemas más fuertes es la inseguridad alimentaria», dijo a Efe Paula Veliz, oficial de Salud y Nutrición de Unicef México. Christian Skoog, representante de la Unicef México dijo que «una de las consecuencias más graves que conllevará a su salud, desarrollo y bienestar, será la vulnerabilidad alimentaria».

Es por ello que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentaron el documento «Recomendaciones dirigidas a tomadores de decisiones en México para dar respuesta a la vulnerabilidad alimentaria derivada del Covid-19».

Skoog explicó que previo al confinamiento debido al coronavirus, en México 15% de los menores de 5 años padecían desnutrición crónica, 38% de los bebés de 12 a 24 meses, anemia y 36% de niños en edad escolar tenían sobrepeso y obesidad. «Estos números pueden aumentar drásticamente», advirtió.

Cristian Morales, representante de la OPS/OMS en México, dijo que las altas prevalencias de diabetes e hipertensión en la población infantil demuestra que niñas y niños no están exentos de vivir complicaciones por COVID-19, por lo que invitó a protegerles con una alimentación sana que refuerce su sistema inmunológico.

Destacó que México, la nueva Ley para el etiquetado frontal ayudará a que la población conozca cuando los productos contengan exceso en calorías, sodio, azúcares, grasas y grasas saturadas, apoyando principalmente a las poblaciones vulnerables, como las que padecen obesidad. Y agregó que la industria de comida chatarra (productos y alimentos ultraprocesados) “no es esencial”.

En su momento, Lina Pohl, representante de la FAO, expuso que la guía dirigida a los tomadores de decisiones pretende evitar o reducir el consumo de los alimentos ultra procesados. «Es un momento oportuno y preciso para tomar las mejores decisiones, esta guía pretende contribuir a este esfuerzo que se está haciendo en México para salir de la mejor forma de los efectos de esta pandemia», declaró.

Del mismo modo, recordó que como consecuencia de la pandemia por COVID-19 se prevén 30 millones más de pobres, de los que 15 millones vivirán en pobreza extrema en la región de América Latina y el Caribe. Además, hizo un llamado para que las donaciones de alimentos se sujeten a protocolos de la Secretaría de Salud y se cuiden los criterios de calidad nutrimental, y señaló que debe haber alimentos sanos y, en la medida de lo posible, «frescos».

Al respecto, Paula Veliz puntualizó que entre las otras recomendaciones que se le hacen al gobierno es que se asegure la alimentación saludable desde el principio de la vida, especialmente con la promoción de la lactancia materna. Aunado a ello, se deben ampliar los programas alimentarios que da el gobierno a este sector a través del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y también los programas de protección social mediante vales para compra de alimentos para los más vulnerables.

Fuente: Infobae.com/america/