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ARTISTAS QUE AMARÁS SI TE GUSTAN LOS ACERTIJOS

Artistas como da Vinci o Dalí, no sólo muestran pinturas bonitas o extrañas, sino que ocultan datos matemáticos, simetría y algunos mensajes debajo de sus obras.

Conoce a algunos de estos genios del arte y la complejidad de su obra.

Leonardo da Vinci.

 

El sabio renacentista incursionó en diversos ámbitos además del arte. Se adentró en el conocimiento del ser humano así como en otras materias, destacando la aerodinámica, la hidráulica, la botánica, la arquitectura, etcétera. Para esto utilizó las matemáticas y la geometría aplicándolas en sus dibujos y experimentos, pero donde las aplicó de manera inigualable fue en sus pinturas.

«La Última Cena”, por ejemplo, está pintada siguiendo los valores básicos de la simetría y la perspectiva, de manera tal que Jesús está sentado en el centro del cuadro de manera horizontal. Desde su posición parten dos líneas imaginarias que forman una pirámide donde se encuentran todos los demás elementos en forma ascendente. Los apóstoles se encuentran posicionados en dos de los tercios que dividen la imagen.

De igual manera, la “Gioconda” está formada por valores simétricos ideales. Está dividida de tal modo que la regla de los tercios se cumple a la perfección. El rostro de la “Mona Lisa” se encuentra situado justo en medio de uno de los tercios, mientras que el ojo derecho, que visualmente es lo primero que notamos, se postra en uno de los puntos de intersección; su mano también se sitúa en otro de estos puntos. La proporción áurea está marcada partiendo igualmente de su ojo derecho y termina en sus manos. Si la imagen fuera recortada a modo de que se viera solamente su cara, sigue teniendo la misma simetría, la regla de tercios se cumple y la proporción áurea sigue estando presente.


René Magritte.

Este pintor belga basó su obra en el misterio y lo onírico. La primera parte de su vida artística está influenciada en la obra de Giorgio De Chirico, por lo que tiene toques futuristas y racionalidad en las obras, típicas del artista italiano. La segunda parte está regida por el surrealismo, que era la corriente en boga. Así, combinando ambas, generó su estilo, el cual se rodeó de símbolos que giran alrededor de una idea onírica.

En el caso de Magritte, los acertijos consisten en entender el significado de su obra. A pesar de esto, la idea del pintor era que el espectador creara su propia idea desde su perspectiva y contexto. Pretendía plasmar algo que imaginaba o soñaba para que después los espectadores interpretaran de diferente manera según su propio imaginario.

Magritte relacionaba el lenguaje con sus obras, hacía uso de las metáforas, hipérboles y otros recursos que le inyectaban misterio y profundidad a cada cuadro que realizaba. Su obra puede jactarse de haber abordado problemáticas muy complejas cuyos resultados derivaron en una belleza y sutil crítica.


Georges Seurat

Siendo aún muy joven, Seurat ingresó al taller de Pablo Lehmann, donde aprendió algunas teorías sobre luz y color que después aplicaría en sus obras y técnicas. Se hizo un experto en el impresionismo revolucionando el término para crear el neoimpresionismo y, posteriormente, el puntillismo, técnica de la que fue pionero.

Esta técnica hace uso de los colores básicos ya que la potencia cromática es mucho mayor usando sólo rojo, amarillo y azul y su combinación, así, los lienzos adquieren diversas tonalidades. Seurat, más que combinarlos, ponía un punto al lado del otro con diferente intensidad para conseguir tonos más puros. Algunos compositores trasladaron la misma idea del método puntillista al campo musical. La idea era que el oído relacionaba algunos sonidos separados y distintos para interpretarlos como una melodía una vez que se juntaban, que era justo lo que el puntillismo hacía.

Seurat pintaba según la proporción áurea formando líneas y figuras geométricas que se evidenciaban más con la técnica usada. Sus obras estaban principalmente basadas en el cubismo, que iba por el mismo camino que el puntillismo: hacer figuras que emanaran sentimientos, su propia versión de la sociedad y su manera de percibir el arte.


Salvador Dalí


El excéntrico pintor español se adentró en el surrealismo de tal modo que se convirtió en su máximo representante. Dalí no tenía una idea estética fija, por el contrario, se movía entre diversas reglas que hicieron de su obra un universo onírico y simbólico que dista de ser convencional. A esto se le llama método paranóico-crítico.

Este método consiste en un juego de palabras relacionadas al chiste, al sueño y a la paranoia. En las pinturas de Dalí se traduce en imágenes y figuras convencionales o conocidas que están puestas a veces en conjunto de manera abstracta representando lo irracional, como lo llamaba Freud.

Con este método, Dalí demostró que para representar lo irracional no hay que hacer figuras sin sentido, por el contrario, a través de formas salidas de la mente y los sueños se forman juegos visuales capaces de transformar la percepción. No obstante, Dalí también jugó con la geometría, cuya ayuda le valió la creación de estampas realmente bellas.


Maurits Cornelis Escher.

Las pinturas de Escher despertaron el interés en la comunidad matemática mundial a pesar de que el holandés siempre dijo que no era un erudito en la materia. Él solamente pintaba lo que su imaginación le dictaba y por muy extraordinario que parezca, siempre se relacionaba con las matemáticas y la geometría. Las ilusiones ópticas eran también parte fundamental de su obra creando mosaicos que guardaban cierta simetría.

Esta simetría rompía las reglas puestas por Euclides, el padre de la geometría, lo cual transformaba sus cuadros en una especie de supuestos tridimensionales y el espacio «dejaba de ser plano». Una esfera, por ejemplo, al plasmarla tal cual se ve, se deforma y ya no es una esfera lo que está puesto en el papel o lienzo, pero Escher hizo lo imposible tratando de plasmar diversas perspectivas que conviven formando una sola.

Otro elemento matemático que empleó Escher en sus obras fue la «cinta de Moebius», que consiste en una tira de papel que da la vuelta y se une en los extremos. Este es un juego de percepción pues el objeto sólo tiene una cara y así pareciera que la vemos por delante y por atrás al mismo tiempo, es lo mismo que pasa con el reflejo en los espejos: la derecha se va a la izquierda y al revés.